Washington,-La Cámara de
Representantes de Estados Unidos decidía
anoche si avanzaba con el proceso
contra el presidente Donald
Trump por abuso de poder, en una
jornada histórica que cristaliza la división
del país.
La Cámara Baja, controlada por la
oposición demócrata, decidiría al final
del día del miércoles si aprobaba los
cargos de abuso de poder y obstrucción
al trabajo del Congreso contra
el mandatario.
En el Senado, que probablemente
abrirá el juicio político en enero tras
el receso por Navidad, se espera que
Trump sea absuelto, pues se necesitan
al menos 67 votos para destituirlo y
los republicanos tienen 53 de los 100
escaños.El magnate republicano está
acusado de intentar presionar a
Ucrania para que investigara a uno de
sus principales rivales de cara a las
presidenciales de 2020, el exvicepresidente
Joe Biden.
En la mañana, Trump insistió en
Twitter en que no hizo nada malo,
al día siguiente de dirigirle una amarga
carta a la líder de la Cámara de
Representantes, Nancy Pelosi, diciéndole
que la historia la juzgará duramente
por el proceso.
Si el Partido Demócrata logra mantener
la unidad en la Cámara de
Representantes y abre un juicio político
para destituir a Donald Trump,
Estados Unidos vivirá por primera
vez un año electoral con un oficialismo
unido detrás de un presidente y
candidato a la reelección acusado de
abuso de poder y obstrucción al
Congreso, y una oposición sin líderes
claros que encuentra su fuerza en su
rechazo unánime al mandatario.
Nadie duda en Estados Unidos que
el juicio político en el Senado será
uno de los temas centrales de la campaña,
sino el tema central. Sin embargo,
la gran incógnita, a menos de dos
meses del inicio del calendario electoral,
es cómo esta pulseada institucional
influirá en la popularidad de
Trump y la unidad por ahora inquebrantable
de la mayoría del aparato
del Partido Republicano, y de los esfuerzos
del Partido Demócrata para
salir de la crisis de representación que
desnudó la elección de 2016.
Según una encuesta de Gallup publicada
por CNN, después de casi tres
meses de la investigación de la
Cámara de Representantes y de múltiples
declaraciones negativas y denuncias,
la popularidad de Trump subió
del 39% al 45% y el apoyo a un juicio
político en su contra cayó del 52% al
46%. Además, pese a que Trump no
ha sido el líder más diplomático o
conciliador, ni siquiera con muchos
legisladores y veteranos líderes de su
propio partido, el oficialismo cerró filas
casi por completo detrás suyo y de
lo que consideran una reelección casi
segura en noviembre del año próximo.
Siempre hay una división un poco
partidaria en un juicio político, pero
esta vez la brecha entre los partidos
se refleja en que no existe un
acuerdo sobre los hechos. En el pasado,
podía haber un acuerdo bipartidista
sobre los hechos, pero ahora la
mitad del país cree cualquier cosa que
diga el presidente,