En la tarde de ayer, el gobernador Gerardo Morales mantuvo un encuentro con el Obispo de la Diócesis de Jujuy, Monseñor César Daniel Fernández, a fin de dialogar sobre el Plan de Contingencia Jujuy Asiste y Reactiva que tiene como objetivo paliar la situación económica, asistir a los sectores más vulnerables y proporcionar ayuda integral en infraestructura, producción, salud y educación.
En el despacho del Obispado, participaron de la reunión los ministros de Infraestructura y de Desarrollo Humano, Jorge Rizzotti y Natalia Sarapura, respectivamente. El mandatario apuntó a veces no hay información de todo lo que se está haciendo y hace más de un año volvimos a prorrogar la emergencia. Compartimos que existe una situación muy difícil.
Asimismo, destacó la tarea importante que hace la Iglesia para ayudar a los más necesitados. Por eso venimos también a escuchar, a saber dónde hay fallas y si alguien no tiene para comer. Nos tienen qué decir que familia, en qué barrio, porque necesitamos saber, acotó. Con respecto a la asistencia en comedores, Morales sostuvo que el año pasado eran 47 mil niños que se atendían, la meta era 90 mil y en estos momentos la provincia asiste a 150 mil chicos. Respecto a los proveedores, remarcó que nunca dejaron de atender y siempre atendemos la situación de los comedores.
Hemos dictado más que una ley de emergencia, nosotros no sólo hemos abordado el tema alimentario, sino el tema de las cooperativas y las 14 mil personas que son atendidas con programas de ingresos, a los emprendedores, Pymes y pequeños productores, en tema de infraestructura este año hemos gastado más de 150 millones de pesos puesto en el programa Plan de Contingencia para agua, luz, y entregamos kits a familiares más vulnerables en los asentamientos, detalló Morales.
Además, comentó que existen sectores que desean manejar la mercadería como poder como lo hizo la organización social Tupac Amaru. Para nosotros la manera de trabajar es diferente, es informarnos donde falta. Estamos a disposición del obispo y reafirmamos el diálogo para tratar el tema de la pobreza como obligación y no como bandera política. No vamos a permitir la politización de un tema tan delicado, sentenció.
Por su parte, el Obispo Fernández señaló que la Iglesia tiene que escuchar a todos, cada uno puede tener la mirada diferente, pero debemos tirar para el mismo lado para que los argentinos estemos mejor. La misión de la Iglesia es tratar por encima de todos para que se puede lograr el entendimiento de las personas y que todos los que quieran el bien común aporten lo mejor de cada uno, aseveró.
Nos duele esta situación e invito a todos, tanto gobierno como movimientos sociales y ciudadanos, a que nos pongamos en la cabeza el bien de todos, manifestó.