Esteban Bigliardi, con una extensa filmografía a cuestas y mucho futuro, a los 41 años sigue dando buenas sorpresas cada vez que es elegido por cineastas que vienen imponiéndose hace dos décadas desde el cine independiente, y expresa que hacer cine lo fascina y le encanta su poder narrativo.
Bigliardi, que es conocido por sus trabajos en Castro, Todos mienten, Secuestro y muerte, Un mundo misterioso, Reimon, Jauja y en televisión Morir de amor, vuelve ahora con Muere, monstruo, muere, de Alejandro Fadel.
- ¿Qué significa hacer cine?
- Hacer cine me fascina, me encanta su poder narrativo. Poder ser parte de proyectos que involucran a un montón de gente, no sólo los actores sino muchos otros al servicio de una ficción Y de alguna manera que sean muy independientes y muy gigantes, como La cordillera o una miniserie para Telefe, sea un corto hecho con amigos, el espíritu para mí siempre es el mismo, el juego con gente muy creativa y apasionada. En este sentido me siento muy afortunado y estoy contento con esto que es hacer películas, series, y teatro que es de dónde vengo y me forme. Un camino divertido y con buenos recuerdos, que sigo transitando y del que aprendo mucho, adquiriendo herramientas del oficio para seguir expresando lo que quiero expresar y lo que demanda cada proyecto.
-¿Qué se viene en lo inmediato?
-Se viene una segunda mitad de año movidita. Estoy partiendo a Europa, a Bélgica y España en una gira de teatro. Vuelvo de ahí en julio para completar una película que estamos rodando por partes con Rodrigo Moreno, junto a Esteban Lamothe, con quién filmamos la anterior en diciembre, la tercera a final de este año. Con Victoria Galardi el año pasado hicimos cuatro capítulos de una serie y ahora estamos preparando para octubre los cuatro que faltan para completar la temporada y si se llega este año estaremos filmando en Chile, la nueva película de Martín Rejtman.