Un triste desenlace tuvo el último sábado una familia de una finca de la localidad de Las Pampitas, próximo a la ciudad de Perico, cuyo pequeño de año y medio pereció ahogado en un canal de riego que pasa a metros de la vivienda cuando estaba jugando con sus hermanitos.
El hecho se produjo cerca de las 08:30 del sábado cuando un llamado telefónico alertó a personal de la Comisaría Seccional N´ 58 del barrio San Juan, dando cuenta que un menor se había caído a un canal de riego.
Minutos después arriban al lugar una comitiva policial como así también una ambulancia del Same, pero advierten que los familiares del niño de 1 año y medio de apellido Choque, ya habían extraído el cuerpo y que el mismo no presentaba signos vitales.
En el lugar se hizo presente el Ayudante Fiscal de la zona y tras corroborar lo sucedido y escuchado el relato de los padres, dio intervención al médico policial que realizó el examen cadavérico del pequeño, surgiendo que el mismo pereció por asfixia por ahogamiento.
Según lo relatado por los familiares, el hecho ocurrió en un domicilio de finca Las Rosas en el paraje Las Pampitas y a metros sobre la ruta provincial, cuando a horas tempranas varios hermanitos se encontraban jugando en la parte posterior de la casa, pero en un descuido el menor se había alejado acción que no fue percatada por los demás miembros de la familia. Cuando advierten su ausencia comienzan a buscarlo desesperadamente con ayuda de los progenitores, encontrándolo varios minutos después a unos 50 metros en el lecho de un canal de riego y ya sin señales de vida. A pesar de ello intentaron reanimarlo, pero fue imposible.
Personal del Same que atendió a la víctima constató que el niño había fallecido, por lo que el Ayudante Fiscal dispuso se realice la revisión cadavérica por parte del médico policial.
Tras el informe médico, efectivos del Cuartel de Bomberos de la Unidad Regional VI con asiento en Perico trasladaron el cuerpo a la morgue del Hospital Arturo Zabala de esa ciudad conforme trámites de rigor.
Con posterioridad, se hizo entrega del cadáver a los familiares y no se ordenó realización de autopsia alguna de acuerdo a la petición de los familiares. Luego de las exequias pertinentes, los restos del menor fueron sepultados en el cementerio local en medio de una gran congoja barrial.