El jujeño José Miguel Farfán, quien está acusado de ingresar cocaína al país en avionetas provenientes de Bolivia y que se encontraba prófugo desde 2015 como acusado de sobornar a un juez federal, fue detenido en las últimas horas en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, informaron fuentes judiciales.
La captura se concretó el miércoles tras una investigación coordinada entre la Policía de Bolivia y la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) y fue celebrada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien sostuvo en su cuenta de Twitter que a Farfán (58) le decían El Chapo Guzmán del cono sur.
Por su parte, el ministro de Gobierno boliviano, Carlos Romero, explicó en una conferencia de prensa que la detención de Farfán, bautizada Operación Luna Rosa, se logró luego del cotejo de datos y comunicaciones del entorno familiar del prófugo.
Yo quiero hacer notar que esta persona ha abandonado de forma irregular la República Argentina, no registra salida migratoria ni tampoco registra ingreso legal en Bolivia. Sí ha obtenido dos cédulas de identidad y fraguado los datos, pero quiero destacar los dispositivos de la Policia de Bolivia, que han funcionado muy bien, agregó el funcionario.
Farfán, oriundo de la localidad de Ledesma, había sido condenado por la Justicia de Salta por el delito de transporte de estupefacientes con fines de comercialización como consecuencia del tráfico de 400 kilos de cocaína.
Se estableció que el hombre formaba parte de una banda que traficaba cocaína en aviones que entraban en forma clandestina al país desde Bolivia.
Se trata del sujeto identificado como José Miguel Farfán, un jujeño de 58 años de edad, acusado de liderar una de las bandas más peligrosas del país y considerado por autoridades del Ministerio de Seguridad de la Nación como El Chapo Guzmán del cono sur, estaba siendo buscado por Interpol desde el año 2015.
El individuo vivía en una impresionante mansión en Santa Cruz de la Sierra: movía la cocaína en avionetas desde Bolivia hacia el norte de Argentina y era uno de los narcotraficantes más buscados del país, se informó. Farfán estaba prófugo luego de haber sido condenado y está acusado además de pagar una coima al juez José Antonio Solá Torino para que le levante la orden de captura.
En tanto, una serie de escuchas realizadas por personal de la policía aeroportuaria permitió conocer que el magistrado le llegó a pedir hasta 50 mil pesos y un auto para destrabar el pedido de captura del narco que pretendía viajar a España con una gran cantidad de cocaína. Por ese hecho, el mencionado juez fue condenado en 2016 a una pena de 6 años de prisión, aunque permanece en libertad debido a que la sentencia aún no está firme.
En tanto, el capo-narco había sido condenado en 1999 pero en 2003 comenzó a ser buscado por no regresar de una salida transitoria; en 2015 se liberó la orden de captura internacional y finalmente fue capturado ayer en Santa Cruz de la Sierra. Farfán habría estado utilizando varias identidades falsas para no ser detectado, ya que era uno de los diez delincuentes más buscados del país. La detención se produjo en un operativo conjunto entre Gendarmería nacional y la policía de Bolivia. El sujeto había ingresado al país vecino con una cédula falsa y según las pesquisas, desde Santa Cruz de la Sierra, traía cocaína en avionetas.
El sujeto, considerado el Chapo Guzmán del cono sur, es oriundo de Libertador General San Martín, se presentaba simuladamente como agricultor y sus últimos domicilios conocidos figuraban en la localidad salteña de Apolinario Saravia y en San Miguel de Tucumán. Farfán fue detenido en la ciudad boliviana Santa Cruz de la Sierra, acusado de traer cocaína en avionetas desde Bolivia; la captura se realizó en horas de la noche, luego de una investigación coordinada entre la policía de Bolivia y personal antidrogas de la Gendarmería argentina.
La operación de detención de Farfán fue bautizada Operación Luna Rosa y se logró luego del cotejo de datos y comunicaciones del entorno familiar del prófugo. Además, se supo que Farfán no registra salida migratoria ni tampoco registra ingreso legal en Bolivia; en tanto que si obtuvo dos cédulas de identidad y fraguado los datos pese a lo que los dispositivos de seguridad de la policía boliviana han funcionado muy bien.
Con anterioridad, Farfán había sido condenado por un juzgado de Salta por el delito de transporte de estupefacientes con fines de comercialización como consecuencia del tráfico de 400 kilos de cocaína.