Sucedió en Alabama, Estados Unidos. Ezra volvió locos a todos los que estaban en un restaurante cuando la hermanita avisó que estaba dentro de una máquina llena de juguetes y no podía salir.
Kelsey Ingersoll, mamá de Exzra, estaba sentada comiendo unas pizzas cuando vino su hija se acercó a contarle que Ezra estaba encerrado.
Momentos de pánico vivieron los padres y la gente que estaba en el restaurante ya que la puerta por donde había entrado el nene abría para adentro. Nadie pudo hacer nada así que llamaron a las autoridades y los bomberos llegaron en minutos, desarmaron el juego y sacaron al travieso niño.