Renunció el secretario de Defensa de EE.UU.

Renuncioacute el secretario  de Defensa de EEUU

Renunció el secretario de Defensa de EE.UU.

 Washington, (AFP)-El secretario de Defensa Jim Mattis  anunció su salida del gobierno de Estados Unidos, en medio  de un coro de protestas contra la decisión del presidente Donald Trump de retirar las tropas de Siria y reducir el contingente desplegado en Afganistán.

La dimisión de Mattis, hombre respetado en la escena internacional y que encarnaba de alguna forma la estabilidad en el  seno de una administración muy turbulenta, es un desaire para  el presidente estadounidense, que parece cada vez más aislado.

En una carta a Trump, el exgeneral de 68 años, que sostenía  una relación complicada con el mandatario desde hace varios  meses, insistió en la necesidad de Estados Unidos de “tratar a  los aliados con respeto”.

“Usted tiene el derecho de tener un secretario de Defensa cuyos puntos de vista estén mejor alineados con los suyos... creo  que lo correcto para mí es renunciar a mi cargo”, aseguró  Mattis, marcando su desacuerdo con un Trump que en los últimos meses se enfrentó a los dirigentes de las principales potencias occidentales.En su carta, el secretario no habla directamente del tema sirio, sino para citar la coalición internacional contra el grupo  yihadista Estado Islámico (EI) como ejemplo de la utilidad de  las alianzas.

Pero claramente su salida es interpretada como un marcado  desacuerdo con Trump, que el miércoles anunció el retiro -en  el menor tiempo posible- de unos 2.000 soldados estadounidenses desplegados en Siria.

Trump tomó esa decisión tras una llamada telefónica con su  homólogo turco Recep Tayyip Erdogan, en la que este último  se comprometió a luchar contra los yihadistas.

El gobierno de Trump prepara igualmente un retiro “importante” de tropas de Afganistán, indicó a la AFP un responsable estadounidense bajo anonimato. Mattis había pedido -y  obtenido- un aumento de las unidades desplegadas en ese país  el año pasado.

El Wall Street Journal y el New York Times hablan del retiro  de la mitad de los 14.000 militares estadounidenses en suelo  afgano, en el marco de un conflicto de 17 años de duración,  iniciado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

La retirada de “unos miles de militares extranjeros” de Afganistán “no impactará sobre la seguridad” nacional, indicó sin  embargo el viernes la presidencia de ese país, buscando minimizar el impacto del anuncio de Washington.

Al unísono, legisladores demócratas y republicanos manifestaron no obstante su decepción e inquietud por la partida de  Mattis.

“Es un día triste para nuestro país”, dijo Nancy Pelosi, jefa  de los demócratas en la Cámara de Representantes. Chuck  Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado, lamentó  de su lado la salida de uno de los “inusuales símbolos de fuerza y estabilidad” en el seno del equipo presidencial.

Líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch  McConnell, replicó de cierto modo las palabras de Mattis: Estados Unidos debe “comprender claramente quienes son nuestros amigos y nuestros enemigos y reconocer que naciones como Rusia figuran entre los últimos”, dijo.

En Twitter, Trump no habló de renuncia e indicó solamente  que Mattis dejará sus funciones a fines de febrero y que nombrará un sucesor próximamente.

En su carta, el secretario no habla directamente del tema sirio, sino para citar la coalición internacional contra el grupo  yihadista Estado Islámico (EI) como ejemplo de la utilidad de  las alianzas.

Pero claramente su salida es interpretada como un marcado  desacuerdo con Trump, que el miércoles anunció el retiro -en  el menor tiempo posible- de unos 2.000 soldados estadounidenses desplegados en Siria.

Destacando que Estados Unidos no quiere ser el “policía de  Medio Oriente”, Trump defendió el jueves el retiro de las  fuerzas de Siria, una decisión tomada pese a las advertencias  de varios integrantes de su gabinete.

Aunque queda por definir el futuro de los ataques aéreos estadounidenses contra EI, la política de Washington en la región con respecto a Irán o la decisión de dejar el campo libre a  Rusia, el presidente republicano puede jactarse de haber cumplido una vieja promesa.

“Es tiempo de que otros peleen finalmente” contra EI, dijo  en Twitter, invitando a Rusia, Irán, Siria y otros, a liderar esa  lucha.

Su homólogo ruso, Vladimir Putin, que apoya al régimen sirio de Bashar al Asad, consideró como “correcta” la decisión  de Trump. “Donald tiene razón”, dijo, “nosotros hemos dado  golpes importantes al EI en Siria”.

EI ha visto reducirse su autoproclamado “califato” frente a  múltiples ofensivas, tras su fulgurante auge en 2014. Pero  conserva algunos reductos y se mantiene la duda sobre su capacidad de realizar ataques mortales en el mundo.

Francia, Reino Unido y Alemania, aliados de Estados Unidos en la lucha contra EI y blancos regulares de esos ataques,  no han dejado de manifestar su inquietud tras el anuncio del  retiro estadounidense.


Ultimas Noticias
Otras Noticias