CIUDAD HISTORICA
Humahuaca, fue establecida por los españoles en tiempos de la Conquista. Es la postal colonial de una tierra milenaria, emplazada a 126 kilómetros desde esta ciudad (por la ruta nacional 9). La ciudad cuenta con una población de 12.000 habitantes y es uno de los tres pueblos quebradeños (junto a Tilcara y Purmamarca), con mayor oferta de servicios para el turismo.
Fundada por los españoles a fines del siglo XVI, constituyó uno de los más importantes centros de comercio del Alto Perú; hoy se la conoce como “Humahuaca, corazón de la Quebrada”, sus angostas calles empedradas y sus casas de adobe con los antiguos faroles de hierro colgando en cada puerta, hacen de ella una verdadera postal de tiempos coloniales.
Frente a la plaza “Sargento Gómez” se encuentra la iglesia “Nuestra Señora de la Candelaria”, construida en 1641, de impoluta fachada color blanco, conserva en su interior la imagen de la patrona local (la Virgen de la Candelaria) y una serie de pinturas del siglo XVIII que son testimonio de la Escuela de Cusco.
Contigua a la iglesia, hay una empinada y extensa escalera, poblada de puestos de venta de artesanías y ocasional escenario de artistas locales, que lleva al monumento a los Héroes de la Independencia. Desde su cima se obtiene una interesante vista panorámica imposible de no retratar con la cámara fotográfica.
LA TIERRA DE LOS COLORES
Hay que explorar la tierra de los colores y de los paisajes que provocan suspiros. El hogar de la famosa Quebrada de Humahuaca, el lugar donde las costumbres y los rituales ancestrales conectan con la Madre Tierra.
Jujuy, es la provincia más al norte de la Argentina. Si se habla de Jujuy, inmediatamente se piensa en la Quebrada de Humahuaca. Un lugar donde se puede explorar de cerca el corazón de pueblos legendarios, como Purmamarca con su cerro de los Siete Colores; Tilcara, con su famoso Pucará, y lógicamente Humahuaca.
Pero antes de llegar a Humahuaca para sorprenderse con las Serranías de Hornocal, vale adentrarse a Purmamarca y ascender por la Cuesta de Lipán, una de las más fascinantes de toda la Argentina, para llegar hasta las Salinas Grandes, ese enorme desierto blanco donde reinan la naturaleza y el silencio y, a veces, el horizonte se confunde con el cielo.
Jujuy es la tierra de los colores: cubren fantásticos cerros formando obras de arte naturales, están presentes en las artesanías y vibran en exquisitos platos típicos.