EL EX PRESIDENTE AZUZO A LOS DEMOCRATAS
Washington - Mientras que Donald Trump recorre EE.UU. para intentar salvar la mayoría republicana en el Congreso en las elecciones del martes, Barack Obama salió de su reserva para movilizar a los demócratas
La primera cita electoral tras la elección del millonario a la Casa Blanca definirá qué partido tomará el control en ambas cámaras del Congreso -o si se las dividirán- hasta la próxima presidencial, en noviembre de 2020, a la que el mandatario no oculta que tenga la intención de presentarse.
Hace ocho años exactamente, Obama se alistaba para sufrir una marea republicana en sus primeras elecciones de medio mandato: se trató de la revolución llevada adelante por el movimiento conservador Tea Party, en el pico de la impopularidad del presidente demócrata. Este año, el ex mandatario es la figura más buscada por los candidatos demócratas, cumpliendo con un papel otrora desempeñado por Bill Clinton.
Estoy aquí por una simple razón: pedirles que vayan a votar, lanzó Barack Obama el viernes por la noche en Atlanta, Georgia, en el acto de apoyo a la mujer que podría convertirse en la primera gobernadora negra electa en el estado sureño, Stacey Abrams. Las consecuencias de la abstención son profundas, ya que Estados Unidos se encuentra en una encrucijada, declaró. Los valores de nuestro país están en juego. Aunque no nombró a Donald Trump, denunció un discurso que intenta generar miedo.
De manera análoga, los candidatos republicanos buscan activamente el apoyo de Donald Trump, la personalidad más popular del partido y el que genera las mayores convocatorias. Desde hace semanas, el presidente está prácticamente todos los días en campaña, esperando convencer a quienes votaron por él en 2016 que vuelvan a las urnas para mantener el control republicano en la Cámara de Representantes y el Senado.
En otra ruptura con sus antecesores, Trump asume de forma explícita que las elecciones de medio mandato son un referendo sobre su persona. Después de dos mítines el viernes, Trump debe presentarse en otros cuatro este fin de semana: Montana, Florida, Georgia y Tennessee.
Acusado por los demócratas de normalizar el discurso de la extrema derecha y de haber servido de catalizador al atentado mortal en una sinagoga en Pittsburgh, el millonario basa su campaña en dos temas centrales: la buena salud de la economía estadounidense y la lucha contra la inmigración ilegal, que relaciona con la inseguridad.
Un Congreso republicano significa más empleos y menos criminalidad, repitió la noche del viernes en Indianapolis. Una ola azul (demócrata) equivale a una ola criminal, es muy simple, insistió. Y gustosamente se refiere a su antecesor como Barack H. Obama, como lo llamó el viernes, subrayando con ese gesto la inicial del segundo nombre del ex presidente, Hussein. Hoy lo vi, no tenía mucha gente en su mitin, lanzó.