Y ANUNCIÓ UNA POLÍTICA DE AJUSTE
Buenos Aires,(dpa)- El presidente Mauricio Macri declaró ayer a la Argentina en emergencia y anunció una política de ajuste para enfrentar la crisis con la reducción a la mitad del gabinete de ministros, la aplicación de aranceles a todas las exportaciones y medidas de contención para los sectores más pobres.
En estos meses se desataron todas las tormentas juntas pero no por eso vamos a perder todas las esperanzas, declaró Macri en un mensaje grabado en la Casa Rosada en Buenos Aires. Esta no es una crisis más, alertó el mandatario, quien pidió apoyo tras cuestionar a la oposición por la falta de unidad para avanzar en las reformas.
El aumento de los impuestos a las exportaciones y el objetivo de conseguir en 2019 un equilibrio fiscal son algunas de las medidas que el Gobierno presentará el martes en Washington en la reunión con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para renegociar el acuerdo stand-by por 50.000 millones de dólares aprobado en junio.
Buenos Aires aspira a conseguir el envío anticipado de los fondos del FMI para garantizar el cumplimiento de los compromisos financieros el año próximo y recuperar la confianza de los mercados.
Argentina atraviesa una crisis que llevará al país a registrar este año una recesión mayor a la pronosticada, según reconoció el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
La economía registra un marcado retroceso productivo, fuertes desequilibrios en las balanzas externas y un alza de la inflación que en los primeros siete meses llegó a casi un 20 por ciento. Además, según cifras oficiales, en el primer semestre se perdieron 106.000 puestos de trabajo y los salarios cayeron en promedio un 4,3 por ciento sólo en junio. La política gradualista generó una fuerte dependencia del financiamiento externo, que multiplicó el endeudamiento público.
La primera reacción de los mercados a los anuncios fue negativa, con una depreciación del peso de un 4,3 por ciento. Pero tras una intervención del Banco Central, finalmente cedió y perdió al cierre sólo un 1,5 por ciento respecto al viernes, al cotizar el dólar a 39,04 pesos, lejos de la marca récord del jueves pasado, cuando la cotización de la divisa norteamericana superó los 40 pesos y llevó al Gobierno a elevar los tipos de interés a un 60 por ciento.
El mandatario de centroderecha anunció un aumento de los aranceles a las exportaciones, el sector que tiene mayor capacidad para contribuir tras la devaluación de un cien por ciento que registró el peso desde inicios de año. Sabemos que es un impuesto malo, malísimo, pero es una emergencia y necesitamos de su aporte, sostuvo al justificar la medida que ya recibió el rechazo de diversos sectores exportadores.
Por otra parte, decidió reducir la cantidad de ministerios a la mitad. De los 22 ministerios u organismos con ese rango, quedaron once. Entre las carteras degradadas a secretarías están dos áreas sensibles: las de Salud y Trabajo. Macri buscó mostrar un gesto de austeridad en el gabinete, aunque mantuvo a todos los titulares y no hubo cambios de nombres.
También anunció una mayor asistencia a los sectores más necesitados. Sabemos que con esta devaluación la pobreza va a aumentar, pero vamos a estar ahí para quienes más expuestos están en este momento, declaró, ya que al menos un tercio de la población no alcanza a cubrir sus necesidades básicas.
El jefe de Estado anunció que los ciudadanos que perciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) -los cabezas de familia desocupados o que ganan menos del salario mínimo- recibirán aportes adicionales en septiembre y diciembre, al tiempo que se reforzará el envío de asistencia a los comedores populares y se ampliará el programa de precios cuidados que fija valores más baratos para los productos de la canasta básica.