Buenos Aires,-Gracias a la seguridad que imponen las reuniones del G20 se detectó que Juan Manuel Illescas, periodista acreditado en la Casa Rosada, tenía un pedido de captura nacional e internacional por abigeato (hurto de ganado), incumplimiento de las normas de comercialización de ganado, incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica de documentos públicos.
Este supuesto periodista hace cosa de unos seis meses se lo veía muy activo cubriendo las actividades presidenciales para Radio Integral, un medio de Maciá, un pequeño pueblo de Entre Ríos de solo 6.000 habitantes. Lo primero que llama la atención es cuál es el criterio oficial para que un periodista sea acreditado en la Casa Rosada que, como es obvio, no tiene capacidad para albergar a representantes de todos los medios del país.
En declaraciones radiales, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se desligó de la responsabilidad de pedir antecedentes a los periodistas al sostener que sean las organizaciones periodísticas que se ocupen de establecer un protocolo. Es que a criterio de la funcionaria los medios no estarían dispuestos a ser sometidos a que se compruebe sus antecedentes.
En realidad, si uno está trabajando al lado de las máximas autoridades de un país suena lógico que se tomen los recaudos necesarios para garantizar la seguridad. De hecho, cada medio debe autorizar con una carta membretada y firmada por el editor la solicitud de acreditación, de donde la empresa periodística está avalando que conoce al periodista que acredita.
Sin embargo, esta detención muestra que a pesar de los identificadores digitales que existen para ingresar a la Rosada la seguridad presidencial deja mucho que desear.
El supuesto periodista tenía pedido de captura según el expediente Nº 1312/11, que se tramita ante el juez de Instrucción y Correccional de la Tercera Circunscripción Judicial de Formosa, Marcelo López Picabea.