CON UN AGÓNICO TRIUNFO SOBRE NIGERIA
Un gran gol de Lionel Messi a los 14 minutos puso en ventaja al conjunto albiceleste, que vio cómo en el segundo tiempo los nigerianos llegaron al empate por intermedio de Victor Moses, de penal, a los 51. Rojo, con su gol a los 86, evitó una eliminación que ya parecía segura.
Argentina llegaba con el agua al cuello al partido, tras un e1-1 ante Islandia y un estrepitoso 3-0 con Croacia que cayó como una bomba en la Albiceleste. Necesitaba ganar para no caer en la primera fase y lo logró con agonía. Acabó la fase de grupos con cuatro puntos, uno más que Nigeria y cinco menos que Croacia, líder y que chocará con Dinamarca en la siguiente fase.
Argentina y Nigeria midieron sus fuerzas desde el principio en esta final anticipada de alta tensión.
Argentina tomó el dominio del partido pero sin demasiada profundidad, hasta que Éver Banega le dio un pase profundo, filtrado a Messi, que controló el balón y en una gran arremetida remató cruzado de derecha y marcó el gol que puso fin a su racha de 661 minutos sin tantos en Mundiales. Fue además el gol número 100 de Rusia 2018.
Banega, que no había sido tan tenido en cuenta por el técnico Jorge Sampaoli, demostró hoy ser el socio que necesitaba Messi, como lo había sido también en la Copa América Centenario 2016. El capitán y crack argentino estuvo cerca de anotar el segundo a los 33, con un tiro libre que rebotó en el palo izquierdo de Francis Uzoho.
Con el paso de los minutos y el cansancio que comenzaron a mostrar los argentinos, Nigeria avanzó y jugó los últimos minutos del primer tiempo en el área rival.
Tras el descanso, la selección argentina intentó recuperar el dominio pero el árbitro turco Cuneyt Cakir cobró penal una falta de Javier Mascherano sobre Leon Balogun, al que abrazó en el área. Victor Moses convirtió el penal a los 51 al engañar a Franco Armani, que debutó en la selección albiceleste.
Y a partir de allí Argentina se desorganizó y perdió precisión ante unas Águilas Verdes que con resto físico y juego fuerte frenaron cada intento.
El ingreso de Cristian Pavón a los 60 le devolvió iniciativa a los dirigidos por Sampaoli, pero sin efectividad.
El VAR, usado por primera vez en un partido de Argentina en Rusia 2018, le salvó la vida a los de Sampaoli de un segundo penal a los 76 ante un supuesto golpe de Marcos Rojo con el antebrazo al intentar defender en el área.
Argentina era consciente que le quedaba pocos minutos para evitar la eliminación en primera ronda, como Corea del Sur-Japón 2002, y reaccionaron. Maximiliano Meza, recién ingresado, llegó al fondo por la izquierda y le pateó un centro a Gonzalo Higuaín que el delantero de Juve lo tiró a las nubes. La desesperación empezó a ganar al Seleccionado Albiceleste, hasta que llegó el gol de Rojo, el menos pensado y que hizo explotar al estadio de San Petersburgo colmado con 64.468 personas, en su amplia mayoría hinchas de Argentina.
A partir de allí todo fue emoción y tensión, hasta una tarjeta amarilla a Messi por demorar una jugada, hasta que el silbato final.