EN CUATRO AÑOS NO, PERO SI EN SEIS AÑOS
El director del Departamento Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, aseguró ayer que las meta original que estableció el gobierno argentino de reducir la inflación a un dígito en un espacio de cuatro años era muy optimista y opinó que el cumplimiento de ese objetivo puede llevar al menos 6 años .
Las metas originales que había planteado el gobierno eran ambiciosas y lo importante es que la tendencia y dirección se mantenga, pero claramente los procesos desinflacionarios desde niveles del 40% para llegar a un dígito han tomado tiempo en la región, dijo Werner ayer durante una conferencia de prensa celebrada en Washington el marco de la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial.
A modo de ejemplo citó el caso de México, donde llevo tal vez 6 años, y el de Colombia, con un período más prolongado.
Tratar de llegar a un dígito en cuatro años era muy optimista. Y sí, es difícil, dijo el directivo del organismo multilateral al ser consultado por la prensa respecto al objetivo fijado por el gobierno de Mauricio Macri en materia de inflación.
El director para el Hemisferio Occidental del FMI agregó incluso que en países que han avanzado con consolidaciones fiscales tal vez más rápidas, también hemos visto rezagos importantes.
Sobre la política gradualista que lleva adelante el gobierno, Werner dijo que esta opción se le presenta a Argentina en un contexto de mercados de capitales internacionales muy diferente al que enfrentaron en su momento otros países de la región para bajar la inflación, como le ocurrió a México tras la crisis del Tequila en 1994.
El gradualismo también es una opción que hace sentido en un contexto de mercados financieros con abundancia de financiamiento y obviamente presenta sus riesgos porque tiene como resultado su contraparte en una cuenta corriente, en un déficit más abultado, que en un escenario de riesgo en el cual el financiamiento externo se complique, eso va a tener que ajustarse y podría impactar en el desempeño de la economía, advirtió Werner.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en una entrevista concedida a la agencia Bloomberg, dijo que estaremos bastante cerca del objetivo de cerrar el 2018 con una inflación del 15%. No es un pronóstico, es un objetivo y tiene que ser exigente la meta del 15%, subrayó el ministro argentino.
En la presentación del informe semestral publicado el martes pasado, el FMI estimó que para el 2018 una inflación de 19,2% en Argentina, mientras que en 2019 recién se ubicaría en torno al 15%. Además, el organismo señaló que se espera que el crecimiento económico para este año sea moderado pasando del 2,9% del 2017 a una reducción que llegará al 2%. Esto significa un 0,5% menos de lo pronosticado en el reporte de octubre.
Según la institución multilateral, el recorte en el crecimiento se da como efecto de la sequía en la producción agrícola así como también la necesidad de ajustes fiscales y monetarios para mejorar la sostenibilidad de las finanzas públicas y reducir la inflación.