TRAS LAS EXPULSIONES RECIPROCAS DE DIPLOMATICOS
Los gobiernos de Estados Unidos y Rusia afirmaron ayer que sigue en pie la idea de que sus respectivos presidentes, Donald Trump y Vladimir Putin, se reúnan en Washington en un futuro no demasiado lejano.
Ese eventual encuentro, anunciado hace dos semanas por Trump, pareció amenazado por la reciente expulsión de diplomáticos, derivada del envenenamiento del ex espía ruso Serguei Skripal en el Reino Unido, por la que Washington y Londres responsabilizaron a Moscú.
La posibilidad de una visita de Putin a Estados Unidos fue mencionada nuevamente ayer por el Kremlin y ratificada más tarde por la Casa Blanca. Cuando nuestros presidentes hablaron (por teléfono, el 20 de marzo pasado), Trump propuso reunirse por primera vez en Washington, en la Casa Blanca, afirmó el asesor presidencial ruso Yuri Ushakov a periodistas.
El funcionario del Kremlin calificó la idea como interesante y positiva, aunque aclaró que los gobernantes no pusieron fecha ni plazo para el eventual encuentro.
El asesor admitió que tras la expulsión de diplomáticos, por supuesto se hace difícil tratar la posibilidad de una cumbre. Esperemos que la situación nos permita hacerlo; tal como nosotros lo vemos, es algo importante y necesario para ambas partes y para toda la comunidad internacional, agregó.
Recordó que Rusia se vio obligada a responder simétricamente después de que EEUU adoptara decisiones sobre la base de acusaciones infundadas, pero expresó su confianza en que Washington reconsidere su postura y se inicie un diálogo constructivo.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró a finales de marzo que Putin estaba dispuesto a reunirse con Trump, que le felicitó en su momento por la reelección en los comicios presidenciales del 18 de marzo.
Rusia respondió el jueves a EEUU con la expulsión de 60 diplomáticos estadounidenses y el cierre del consulado general en San Petersburgo en el marco del caso de Serguéi Skripal, el exespía ruso envenenado junto a su hija en el Reino Unido con un agente químico de fabricación rusa.
Más tarde, la vocera presidencial de Estados Unidos, Sarah Sanders, ratificó en Washington lo dicho por Ushakov. Como el mismo presidente (Trump) confirmó el 20 de marzo, horas después de su última llamada con el presidente Putin, los dos hablaron de un encuentro bilateral en un futuro no demasiado lejano en varios lugares potenciales, incluida la Casa Blanca, dijo Sanders en un comunicado.
No tenemos nada que añadir en este momento, agregó la vocera, según reportes de agencias. El 20 de marzo, Trump llamó a Putin para felicitarlo por la reelección que obtuvo holgadamente en las elecciones celebradas dos días antes.
La llamada tuvo que ver también con el hecho de que probablemente nos reuniremos en un futuro no demasiado distante para que podamos hablar sobre las armas, sobre la carrera armamentística, reveló Trump a periodistas ese mismo día.
Conviene citar que otro frente de disputa diplomática de EE.UU es el que se presenta con Corea del Norte, para el cual el presidente Trump aceptó la invitación del dictador Kim Jong-un para reunirse próximamente a finales de mayo. El líder norcoreano ofreció suspender su programa nuclear para iniciar una negociación, a la vez que se ha mostrado conciliador atento a una reciente visita a China y a la asistencia de un concierto de atistas de Corea del Sur.