MATANZA DE PARKLAND
Miles de personas mantuvieron ayer una vigilia en memoria de las 17 víctimas mortales del tiroteo en una escuela de Parkland, en el sur de Florida, y reclamaron a las autoridades mayores controles para la compra de armas en Estados Unidos.
Decenas de jóvenes y alumnos de la escuela Marjory Stoneman Douglas se emocionaron hasta las lágrimas al escuchar el testimonio del padre de una niña de 14 años, Jamie Guttenberg, que fue asesinada en el tiroteo.Jamie era la luz de la fiesta, dijo Fred Guttenberg, quien reveló que el año pasado había perdido a su otro hijo, víctima del cáncer, y lamentó no recordar si se despidió de su hija antes de que ésta saliera hacia la escuela y no la volviera a ver.
No pierdan un día sin abrazar y besar a sus hijos, pidió a los padres que se acercaron al lugar y escucharon sus palabras al lado de autoridades locales y líderes religiosos.
Junto al escenario del anfiteatro del parque Pine Trail, donde se realizó el acto, los organizadores colocaron un tablón de madera en el que las personas que se acercaron y escribieron palabras de condolencias y apoyo, pero también de protesta.
NRA deja de matar a nuestros hijos, escribió alguien en referencia a la Asociación Nacional del Rifle, el poderoso grupo de lobby que defiende la tenencia y venta de armas sin control alguno y que financia gran parte de las campañas electorales del país, tanto de republicanos como de demócratas.La regulación en Florida es laxa: si bien rige un período de tres días de espera para obtener determinadas armas de fuego, otras como la AR-15 -la semiautomática utilizada el miércoles en el ataque en la escuela- o rifles que simulan el estilo militar, revistas y municiones se pueden obtener al instante.Según la ley federal, el comprador debe ser mayor de 21 años para comprar una pistola, pero sólo 18 para adquirir una ametralladora AR-15 y otros rifles semiautomáticos.
La matanza del miércoles reavivó el siempre latente debate sobre el control de las armas y esta vez las víctimas se pusieron a la cabeza de los reclamos.
Un grupo de alumnos de la escuela urgió en las últimas horas a los políticos estadounidenses a tomar medidas para lograr verdaderos controles.
Podemos rezar por las víctimas, y respeto eso, pero hay que tomar una acción inmediatamente, porque la gente no puede olvidarse de esto, dijo un estudiante, David Hogg, citado por la agencia de noticias EFE.
Hogg, que cursa el último año de escuela secundaria en el centro educativo de Florida, lamentó que ya nadie recuerda los nombres de otras escuelas en las que hubo sucesos de las mismas características.