Una tonalidad que enamora y da fuerzas. Ahora reivindica su lado travieso y también más personal, aquel que es capaz de meterse en todas los espacios sin pedir permiso.
JUEGOS EN ROSA
El rosa es capaz de transformar ambientes y sacar a pasear su lado más lúdico. Juega a mezclarlos y a combinar sus diferentes versiones (desde el chicle o el palo hasta el empolvado, el pastel o el terracota) y se obtendrán interiores llenos de fuerza y emoción. El pink viene pisando fuerte.
LA LOCURA DE LOS FLECOS
Poseen ese espíritu bohemio que enamora al instante, pero además arrastran a atmósferas donde la sofisticación adquiere un aire juguetón, llenas de personalidad y estilo. En muebles y lámparas imprimen lujo sin necesidad de recurrir a los dorados y al negro.
EXCENTRICIDAD
El lujo en 2017 mostró cómo se puede ser magnífico sin caer en el maximalismo. Este 2018 da una vuelta de tuerca más, mostrando su cara más teatral, más atrevida y menos encorsetada. Lo suyo es puro teatro, por lo que adora al negro, el exceso bien entendido (y aplicado) y el humor. Abundan las piezas personales, los elementos dorados y los tejidos lujosos.
QUERIDA NATURALEZA
Las plantas, las flores, las hojas y las ramas toman la casa y no solo en macetas y jardineras. Papeles pintados y telas se rinden a su poder y se visten con sus mejores galas, dando lugar a ambientes naturales, pero también algo salvajes, capaces de integrarse a la perfección en cualquier estilo decorativo.