Los motovehículos son uno de los medios de transporte más populares en todo el mundo. Su popularidad lamentablemente no las hace más seguras. Un porcentaje elevado de motociclistas fallecen o se lesionan gravemente producto de los accidentes y siniestros en las vías.
La Ley Nacional de Tránsito obliga al uso de casco cuando se circula en motos o ciclomotores. Sin embargo, hay mucha gente que no lo usa. La obligatoriedad de su uso parece lógica teniendo en cuenta que ambos vehículos no poseen carrocería alguna que pueda servir de contención en caso de choque o vuelco, y que la sola pérdida del equilibrio en la moto puede significar dar de cabeza contra el duro suelo.
La Secretaría de Seguridad Vial insiste en el uso del casco y el respeto de las normas de tránsito, recordando que CUMPLIR LA LEY SALVA VIDAS.
A la hora de subir a un motovehículo es indispensable llevar correctamente abrochado este elemento de seguridad por algunas de estas razones:
- Protege los ojos y la cara de cuerpos extraños y del viento.
- Mejora la audición al cortar el sonido del viento.
- Aporta confort al aislar las condiciones ambientales.
- El sistema de retención (correa) asegura el casco en la cabeza.
RECOMENDACIONES BÁSICAS
- Utilizar cascos reglamentarios, construidos según normas de estandarización y perfectamente ajustados a la cabeza.
- El más conveniente es el de cobertura facial total, dado que brinda mayor protección.
- Elegir el talle que se ajuste a la cabeza; en la posición correcta, ni hacia atrás ni hacia adelante.
- Nunca dejarlo cerca de una fuente de calor. Por encima de los 50º C puede alterarse su eficacia.
- Elegir colores claros: dan menos calor y lo hacen más visible.
El Casco debe ser reemplazado luego de un choque y/o después de 3 a 5 años de uso.
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