El ex presidente del gobierno regional de Cataluña Carles Puigdemont cuestionó ayer la prisión preventiva que la Audiencia Nacional de España dispuso para ocho de sus ex consejeros y acusó a los partidos constitucionalistas de desearles la cárcel.
El legítimo gobierno de Cataluña encarcelado por sus ideas y por haber sido leales al mandato aprobado por el Parlamento de Cataluña, escribió Puigdemont en un mensaje en su cuenta de la red Twitter, con una foto en la que se lo ve en una mesa rodeado de allegados.
El clan furioso del 155 nos quiere en prisión. El clamor sereno de los catalanes es de libertad, añadió en un segundo mensaje, también en catalán, ilustrado con una fotografía de una concentración independentista.
Poco después difundió un video, a través de la televisión pública catalana TV3, en el que advirtió que constituye un error muy grave, un gravísimo atentado a la democracia la decisión de la justicia, con la que, evaluó, el gobierno español renuncia a la democracia.
En lugar de apostar por el diálogo opta por la violencia policial y por los encarcelamientos y por la vía de la represión. Es un golpe contra las elecciones regionales convocadas por Madrid para el 21 de diciembre, advirtió, y lamentó que esos comicios vayan a realizarse en un clima de represión.
En un concepto que parece reafirmar su intención de internacionalizar la disputa, Puigdemont subrayó que la pulseada en la región ya no es un asunto interno español y juzgó que hace falta que la comunidad europea se de cuenta del peligro que representan estas actitudes.
Puigdemont, en Bélgica desde el lunes pasado junto a otros cuatro ex consejeros (Clara Ponsatí, Antoni Comín, Lluís Puig y Meritxell Serret), reaccionó con estos comentarios a la decisión de la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela de enviar a prisión al cesado gobierno de Cataluña.
Lamela dispuso la prisión provisional sin fianza para el ex vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras y otros siete ex consejeros y prisión eludible bajo fianza de 50.000 euros para el también ex consejero Santi Vila, que renunció antes de la declaración unilateral de independencia del viernes pasado.
La juez también aplazó su decisión acerca de ordenar la detención de Puigdemont y de los cuatro ex consejeros que están en Bruselas.
Puigdemont, que contrató en Bélgica a un abogado experto en procesos de extradición y derechos humanos, se había expresado públicamente por última vez ayer, también a través de Twitter, con un mensaje en el que recordaba la violencia del referéndum del 1 de octubre y dijo que seguiría trabajando a pesar de las amenazas pasadas y presentes.
Desde Bélgica, el abogado de Puigdemont, Paul Bekaert, había anunciado ayer que el ex jefe regional no iría a la Audiencia Nacional y sugirió que fuese interrogado en la capital belga, aunque no hay constancia de que hiciera la solicitud formal.
La primer ministra escocesa, la independentista Nicola Sturgeon, consideró que es erróneo dictar penas de prisión a líderes electos, después de que una juez española haya establecido prisión sin fianza para nueve miembros cesados del gobierno regional catalán.