El destituido presidente catalán Carles Puigdemont, quien fue acusado por la Fiscalía general española de los delitos de rebelión, sedición y malversación, apareció en Bruselas, informó el gobierno español, mientras el nacionalismo belga aclaró que la presencia del líder separatista no fue por invitación del sector.
Además, Puigdemont contrató como consejero al abogado belga Paul Bekaert, un letrado flamenco especializado en extradición que defendió a etarras, y que aclaró de entrada que nada se había hablado de un posible pedido de asilo.
El viaje se hizo público poco después de que el fiscal general del Estado español, José Manuel Maza, anunciara la presentación de una querella ante la Audiencia Nacional contra Puigdemont y el resto de su gobierno regional, así como otra querella ante el Tribunal Supremo contra la mesa del Parlamento.
Esas querellas son por el proceso secesionista impulsado por ambas instituciones y, en concreto, por la declaración de independencia aprobada el viernes pasado por la Cámara autonómica, que fue respondida por el gobierno español con el cese del gabinete catalán y la disolución del parlamento de esa autonomía.
Tras la conferencia de prensa del Fiscal general, la cadena La Sexta y el diario El Periódico anunciaron que Pugdemont viajo a Bélgica para entrevistarse con políticos nacionalistas flamencos.
Aunque nadie habló del objetivo del viaje, algunos medios españoles sostuvieron que varios ex consejeros de su gabinete lo acompañaron en la capital comunitaria y que incluso Puigdemont daría una conferencia de prensa allí, lo que finalmente no ocurrió.
El domingo, el secretario de Estado belga de Migración y Asilo, Theo Francken, del partido independentista flamenco N-VA, sugirió en su cuenta de Twitter que Puigdemont podría solicitar asilo político en Bélgica, según reprodujo el diario belga francófono Le Soir.
De esa posibilidad se distanció enseguida el primer ministro belga, Charles Michel, quien aseguró que el asilo para el ex presidente catalán no está en absoluto en el orden del día de su gobierno.
Poco después, el ministro del Interior belga, Jan Jambon, del partido nacionalista flamenco N-VA, y esa misma fuerza aclararon que no habían invitado a Puigdemont a Bruselas.
Jambon no está al corriente de la visita, indicó un vocero del ministro, quien además no ha mantenido ningún contacto en los últimos días con el antiguo presidente del gobierno regional de Cataluña, precisó.
Igualmente, desmintió que la N-VA haya cursado una invitación a Bruselas a Puigdemont.