PIDEN ELECCIONES TRAS LA INTERVENCIÓN EN CATALUÑA
Cientos de miles de personas se manifestaron ayer en Barcelona a favor de la unidad y en defensa de la convivencia, dos días después de que el parlamento catalán declaró la independencia de Cataluña, lo que llevó al gobierno español a tomar el control de la norteña región destituyendo a sus autoridades y convocando elecciones para diciembre.Bajo el lema ¡Todos somos Cataluña! Por la convivencia, seny (sentido común), la movilización reunió en el céntrico Paseo de Gracia de Barcelona a una multitud -un millón de personas según los organizadores y 300.000 de acuerdo con la Guardia Urbana- contrarios a la ruptura con España que impulsan los independentistas, con el ya ex presidente catalán Carles Puigdemont a la cabeza.
Líderes nacionales, regionales y locales de los tres grandes partidos constitucionalistas, compartieron la cabecera de la marcha, entre ellos el conservador Xavier García Albiol, del Partido Popular (PP), el liberal Albert Rivera e Inés Arrimadas, de Ciudadanos, y el socialista Miquel Iceta, quien no estuvo en la anterior convocatoria, así como la también socialista Núria Marín, alcaldesa de LHospitalet de Llobregat, la segunda ciudad más poblada de Cataluña después de Barcelona.
Una vez más, el ex presidente del parlamento europeo y figura destacada del Partido Socialista (PSOE) Josep Borrell fue el azote al independentismo con un mensaje moderado e inclusivo que canalizó el clamor de los ciudadanos a favor de las elecciones del 21 de diciembre.
Iremos a votar, pero no como los buitres que se comen un cadáver, sino como ciudadanos que saben que de su voto depende el futuro de un país, dijo Borrell al dirigirse desde un escenario a la multitud.
Nuestra dignidad es poder votar lo que queramos, remarcó el dirigente socialista para después referirse al ya ex vicepresidente del gobierno catalán Oriol Junqueras al que calificó de totalitario absoluto.
Borrell advirtió a los manifestantes que quizás estamos aquí porque mucha gente abdicó de su derecho cívico y no fue a votar, en referencia a las elecciones de septiembre de 2015 en las que vencieron los independentistas, pero añadió que esta vez nadie se quedará en casa.
Entre los gritos y aplausos de los manifestantes que ondeaban banderas españolas y catalanas, el dirigente subrayó que el procés -como se denomina el proceso de secesión- es la peor cosa que le pasó a Cataluña, y que si hubiese independencia muchos terminarían engrosando las filas de desocupados.