En ese marco, Jorge Bergoglio sostuvo que "también las muertes a causa del hambre o el abandono de la propia tierra son una noticia habitual, con el peligro de provocar indiferencia".
El Papa, que expuso ante un auditorio compuesto por diplomáticos y políticos como la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, previamente inauguró una estatua que donó al organismo internacional en recuerdo de Aylan, el pequeño sirio ahogado al tratar de llegar a Europa en 2015.