ULTIMO MOMENTO:
EN EL COLOQUIO DE IDEA
El presidente Mauricio Macri encabezó ayer el cierre del 53º Coloquio de IDEA, en la ciudad de Mar del Plata, donde dijo que existe “mucho miedo y mucho conservadurismo” respecto de una posible reforma laboral, y que, al respecto, “el Gobierno, el sector privado y los sindicatos se tienen que sentar a una mesa para discutir de buena fe cómo se defiende el trabajo”.
En su segunda participación como presidente en el tradicional foro empresario que se realiza en la localidad balnearia, Macri estuvo a cargo de la clausura, y aseguró ante más de 900 empresarios que “hay mucho miedo y mucho conservadurismo en torno de cómo nos vamos a insertar en el mundo”.
“Debemos generar productividad y competitividad entre todos. Por eso el Gobierno, el sector privado y los sindicatos se tienen que sentar a una mesa y discutir de buena fe sobre cómo se defiende el trabajo. De nada sirve tapar el sol con la mano”, señaló el mandatario.
El cierre fue una entrevista abierta que le realizaron el presidente de IDEA y gerente general de Ledesma, Javier Goñi, y el presidente de Dow Argentina y encargado de presidir esta edición del coloquio, Gastón Remy.
El diálogo fue distendido, en línea con el clima que se respiró durante los tres días del coloquio en el Hotel Sheraton -que tuvo récord de asistentes-, y giró sobre los temas que marcaron la agenda del encuentro, en la que los desafíos del Gobierno de cara al día posterior a las elecciones desplazaron a un segundo plano la inminencia en sí de los comicios.
La economía formó parte obligada del punteo, y Macri dijo en ese sentido que “el Gobierno tiene que generar una macroeconomía sana, y previsible, donde vaya bajando la inflación y el déficit fiscal con un sendero gradual y un plan de infraestructura agresivo, tanto con obras públicas” como “también a nivel digital”.
“Ahí el rol del empresario es fundamental”, dijo, y agregó que “acá no hay problema de modelo económico: es un problema cultural, hay que traer los valores de nuestros abuelos, empezando por la cultura del trabajo; son cosas básicas, pero que el populismo fue alterando en la cabeza de la sociedad y las puso en crisis”.
El Presidente, quien llegó acompañado por su esposa, Juliana Awada, y por el secretario general de la presidencia, Fernando de Andreis, señaló que en la Argentina “está empezando a generarse una ola positiva”, palabras que fueron en sintonía con los resultados de la tradicional encuesta elaborada por la consultora D‘Alessio Irol para este coloquio, que indicó que el optimismo empresario alcanzó su mayor nivel en más de dos décadas.
Entre los desafíos del Gobierno frente a la etapa que se inicia tras las elecciones legislativas, el primer mandatario dijo: “No se puede ser feliz en una sociedad en la que tenés un tercio de la población en la pobreza y que llegó a convivir con el narcotráfico”.
“Por suerte lo estamos revirtiendo. Le hemos dado durísimo al narcotráfico y lo vamos a echar trabajando todos juntos”, pronosticó.
En la agenda de cambios, el Presidente incluyó también al actual sistema electoral, al que definió como “arcaico”, y aprovechó ese párrafo para criticar a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el fracasó de las reformas impulsadas en ese sentido por el Ejecutivo.
“La ex presidenta no tiene memoria porque antes (el recuento de votos) tardaba más, y se opone a algo que tiene que ver con la tecnología”, dijo, pocas horas después de que la actual candidata a senadora encabezara un acto de campaña en la misma ciudad.
Macri adelantó que el oficialismo va a “volver a insistir” con la reforma electoral “si tenemos un apoyo como esperamos en esta elección”.
El jefe del Estado también se refirió a la falta de credibilidad del Poder Judicial, consideró que “en los últimos treinta años la política intoxicó” el sistema legal y dijo que el proceso de “destitución contra el camarista (Eduardo) Freiler es un gran paso”.
