RECUSO A LOS MAGISTRADOS
En la causa por el violento escrache al ex senador Gerardo Morales en sede de Ciencias Económicas, la defensa de la dirigente Milagro Sala efectuó una presentación recusando a los jueces del Tribunal Oral Federal N´ 1 que se aprestaban a iniciar el juicio por el delito de amenazas coactivas, según resolvió el pasado mes de agosto la Cámara Federal de Casación Penal.
Dicha presentación habría sido rechazada por el Tribunal integrado por los jueces Mario Juárez Almaraz (presidente), María Alejandra Cataldi y Fernando Díaz, pero debe ser ratificada en tribunales superiores de Salta. No obstante ello, la estrategia de la defensa de dilatar el juicio se concretó, así como sucede también en el expediente por las amenazas a policías y que se tramita en la Justicia provincial. Oportunamente la querella había solicitado se acelere la realización de las audiencias de debate, una vez conocida la decisión de Casación Penal.
La Sala IV de dicha Cámara, declaró inadmisibles los recursos extraordinarios presentados por el fiscal kirchnerista Javier De Luca y las defensas de Sala y López contra el fallo que, por un lado, había hecho lugar a la querella revocando la extinción de la acción penal por prescripción respecto del delito de amenazas y, por otro lado, confirmó las condenas a Sala y Graciela López a las penas de tres años de prisión, por resultar instigadora y coautora, respectivamente, del delito de daño agravado. Para el abogado del hoy gobernador Morales, el Dr. Gustavo Vergara, la presentación de la defensa es una nueva maniobra maliciosa, dilatoria, temeraria. Luego de que llegaran los expedientes al TOF, tomamos conocimiento que la defensa de la condenada ha efectuado la recusación de los miembros del Tribunal lo que resulta absurdo, es un incumplimiento de la orden dispuesta por el Tribunal de Comodoro Py, manifestó el abogado querellante.
De allí que consideró, esto se presenta como una maniobra temeraria, maliciosa, y francamente a juicio de este letrado, digna de sanciones correctivas de parte del Tribunal, en el orden de mantener una buena fe procesal.