EN EL 16´ ANIVERSARIO DEL 11S
Al presidir su primera conmemoración del solemne aniversario del 11S, el presidente Donald Trump dijo ayer que el alma de Estados Unidos llora de pena por cada uno de los casi 3.000 muertos que dejaron los atentados de hace 16 años, al tiempo que prometió derrotar a quien se atreva a amenazar al país.
Dirigiéndose a una audiencia en el Pentágono, uno de los tres sitios atacados el 11 de septiembre de 2001, Trump aprovechó el aniversario del atentado de la red Al Qaeda para advertir a los fundamentalistas islámicos que Estados Unidos no puede ser intimidado.
Aquellos que lo intenten se unirán a una larga lista de enemigos derrotados que se atrevieron a poner a prueba nuestro temple, dijo, desafiante, el mandatario republicano, al participar de su primer aniversario del 11S desde que llegó a la Presidencia, en enero pasado.
Más temprano, Trump encabezó otro acto en la Casa Blanca en homenaje a las víctimas mortales de los atentados, que fueron cometidos con aviones de pasajeros secuestrados que se estrellaron contra el Pentágono, las Torres Gemelas de Nueva York y en un descampado en Pensilvania.
En el Pentágono, el presidente enfatizó que las tropas norteamericanas están persiguiendo y destruyendo sin descanso a los salvajes asesinos que atentan contra gente civilizada y que osan poner a prueba el temple del país, y advirtió que no hay ningún oscuro rincón del mundo fuera del alcance de Estados Unidos.
En la misma línea, su secretario de Defensa, James Mattis, recordó que Estados Unidos aún sigue luchando algunas de las batallas devenidas de la guerra contra el terrorismo declarada por Washington tras el 11S y subrayó la importancia de la participación internacional en esa contienda.
Nuestro ejemplo de liderazgo motiva a otras naciones a permanecer unidos frente a esta amenaza contra toda la humanidad, encarnada por maniáticos disfrazados de creyentes religiosos, declaró Mattis antes de ceder la palabra a Trump.
A primera hora de la mañana, en la Casa Blanca, el presidente no sólo recordó a las víctimas de los ataques sino que además elogió a los miembros de equipos de emergencia que aquel día arriesgaron sus vidas para salvar o asistir a heridos o recuperar cuerpos.
Acompañado por su esposa, Melania Trump, su hija Ivanka y su yerno y asesor, Jared Kushner, el mandatario quiso destacar la figura del sargento Isaac Hoopii, quien, según comentó el presidente, aquel fatídico 11 de septiembre acudió a la llamada de emergencia emitida desde el Pentágono para participar, durante casi 40 horas ininterrumpidas, en las labores de rescate.
Salvó a veinte personas que se guiaban por su voz, y cargó con ocho de ellas el mismo, destacó Trump, quien alabó el trabajo del sargento a la hora de proteger al país en sus horas de mayor necesidad.
Así que aquí estamos, en este monumento, con los corazones tanto tristes como decididos a honrar a cada héroe que nos mantiene seguros y libre, enfatizó Trump ante la presencia de unos 300 asistentes al acto, entre familiares, víctimas, miembros de la fuerzas armadas y personal del Pentágono.
He conseguido llegar a estar en paz con la muerte de mi padre, pero siempre llevo el dolor conmigo y estará conmigo el resto de mi vida, reconoció Sara Clark.