AMENAZO NUEVOS LANZAMIENTOS
Corea del Norte redobló ayer la apuesta y advirtió que el misil balístico que el martes sobrevoló Japón es apenas el primer paso de una operación militar de mayor escala y que planea realizar más lanzamientos en el Pacífico, después de que la ONU emitiera una condena unánime, aunque no fue acompañada de nuevas sanciones.
El aviso lo dio el líder norcoreano, Kim Jong-un, quien agregó que este primer paso de la operación militar del Ejército Popular de Corea en el Pacífico constituye un significativo preludio para contener a Guam, la isla del Pacífico occidental donde Estados Unidos tiene dos importantes bases militares y viven 160.000 personas.
A principios de agosto, tras una roce diplomático sin precedentes entre Washington y Pyongyang, Kim amenazó con disparar cuatro misiles hacia Guam, una amenaza que pocos días después matizó, señalando que esperaría un poco más para observar los movimientos de Estados Unidos.
Si bien con esa nueva decisión enfrió por algunos días la tensa relación, ayer demostró que tiene capacidad militar para cumplir con la amenaza y lanzó el Hwasong-12, que recorrió 2.700 kilómetros.
En el ejercicio quedó demostrada la capacidad operativa de las unidades de artillería Hwasong de la Fuerza Estratégica del Ejército Popular de Corea del Norte para una guerra real y la eficiencia de combate del recién equipado misil de medio alcance, resumió el país asiático en un mensaje difundido a través de la agencia KCNA.
Kim según analistas, dejó claro que está dispuesto a seguir ignorando las condenas y la presión que la comunidad internacional ejerce a través de sanciones y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que desde hace más de dos décadas prohíben a Corea del Norte el uso de tecnología de misiles balísticos y los ensayos nucleares.
El organismo internacional, en una reunión de emergencia celebrada tras el último test, condenó enérgicamente el ensayo y las indignantes acciones de Pyongyang, e insistió en exigir el cese inmediato de sus lanzamientos de misiles.
China, principal aliado de los norcoreanos, también se mostró en contra del ensayo armamentístico.