Los gremios confederados en la CGT marcharán hoy a las 17 hacia la Plaza de Mayo, en compañía de las dos CTA y de distintos movimientos sociales, en rechazo de las actuales políticas económica y laboral, aunque las grandes entidades de servicios, los independientes y los sindicatos del transporte ya dejaron trascender que no respaldarán una convocatoria a una nueva huelga nacional.
Según confirmaron voceros de estos espacios, los gremios de servicios (los denominados gordos) y los llamados independientes buscarán marcar presencia en la Plaza, pero sin forzar la convocatoria hasta el extremo, en clara evidencia de la interna que hoy se vive en la CGT.
En septiembre, tras la marcha, se reunirá un Comité Central Confederal que determinará los pasos a seguir en el caso de que no existiera una convocatoria al diálogo por parte del Gobierno, pero sin que eso implique que exista la determinación de un paro, según explicó el estatal Andrés Rodríguez.
Fuera del moyanismo, cuyas máximas expresiones en el consejo directivo son Juan Carlos Schmid y Pablo Moyano, ninguno de los dirigentes de los otros sectores sindicales se había avenido las últimas semanas a formular declaraciones o a opinar de forma abierta sobre la marcha de mañana y el futuro en Azopardo.
La excepción fue el estatal independiente Andrés Rodríguez, quien ayer salió a explicar en una entrevista radial que la marcha intenta ser un llamado de atención al Gobierno, respecto de una agenda que está pendiente, y que la misma requiere de una convocatoria al diálogo (de la Casa Rosada) para encontrar puntos de equilibrio (con el sindicalismo), que impidan el crecimiento de la conflictividad.
Según anunció el secretario de prensa de la Confederación Argentina de los Trabajadores del Transporte (CATT), Juan Pablo Brey, el servicio del transporte público de pasajeros (subte, colectivo y tren) funcionará en todo el país con normalidad hoy, incluso durante la movilización.
El presidente Mauricio Macri ya dejó establecido la semana pasada que la protesta lo sorprendía y desilusionaba: Ese grupo de gremios, porque no son todos, ha perdido la capacidad de escuchar y entender lo que está pasando en la Argentina, dijo el mandatario argentino, al admitir que hubiese esperado una actitud de acompañamiento de las organizaciones sindicales.
En sintonía con el Presidente se expresó el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que cuestionó la marcha, al calificarla de totalmente extemporánea y de un error, además de atribuir la protesta a una crisis de conducción en la organización sindical.
Las organizaciones sindicales que responden a gordos e independientes lidiaron en el último consejo directivo con una pesada carga que enfrentaron con determinación, aunque cedieron al final para preservar la unidad del movimiento obrero.
La propuesta de los gremios independientes (construcción, estatales de la UPCN y obras sanitarias) fue analizar hasta último momento las posibilidades reales de ratificar o no la marcha, en especial a la luz de las PASO de agosto. Pero tampoco estaban muy decididos a levantarla. La realidad económica no cambió y, en especial, hubiese sido un papelón violar el mandato del plenario de secretarios generales del 28 de julio último, afirmaron las fuentes.
Lo admitió el propio Andrés Rodríguez: La marcha fue determinada hace tiempo por el Consejo Directivo de la CGT, manifestó orgánico, a sabiendas que levantar sobre la hora la protesta de hoy hubiese significado la ruptura total de la CGT.
Los grandes gremios de servicios -renuentes del todo a movilizarse- fueron impulsados por esa lógica de no romper el frente interno, pero en ningún momento salieron públicamente a promocionar la marcha Contra la flexibilización laboral y la reforma previsional.
Los voceros gremiales aclararon también que Hugo Moyano -el otrora jefe de la central de Azopardo- tampoco aceptará ir a un paro y, por el contrario, su postura se inclinaría mucho más -luego de mañana- a tender puentes para negociar con el gobierno.
En ese sentido, las fuentes explicaron que la idea de los independientes es activar una inmediata mesa de diálogo con el oficialismo luego de la marcha, en la que también estaría Schmid, porque a excepción de los sindicatos moyanistas, la Corriente Federal y Yasky. nadie quiere ir hoy a otra huelga, subrayaron.
A tal punto esa es la realidad que impera en el ánimo gremial que hasta las entidades del transporte garantizaron para mañana -por hoy- la movilidad ciudadana. Y tampoco quieren otro paro, puntualizaron.