CON INTOLERANCIA Y ODIO
La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela ratificó al presidente Nicolás Maduro en su cargo, después que éste declarara que el Ejecutivo está subordinado al órgano que asumió poderes plenipotenciarios, y el mandatario, a su vez, le propuso al cuerpo sancionar una ley para castigar a quien salga a la calle a expresar intolerancia y odio con hasta 25 años de cárcel, mientras la oposición hará hoy nuevas marchas para repudiar la detención de alcaldes.
La permanencia de Maduro en el ejercicio como jefe de Estado constituye un soporte fundamental para la implementación de las medidas que adopte la Constituyente y una garantía para que el actual proceso democrático de transformación prosiga con éxito, explicó el primer vice de la ANC, Aristóbulo Istúriz.
La declaración, aunque obvia y formal, echa luz sobre el rol de cada uno de los poderes oficialistas, y fue adoptada apenas un rato después de que el mismo Maduro expresara su voluntad absoluta de acatar el carácter plenipotenciario de la Asamblea.
Según la Constituyente, Maduro ha cumplido con todos sus deberes constitucionales, atendiendo al mandato dado en elecciones libres, universales, directas y secretos, trabajando decididamente por las garantías y respeto de los derechos humanos, la satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo, y la soberanía y autodeterminación de Venezuela.
El jueves, el mandatario se declaró un subordinado al órgano de 545 bancas, que presiden la ex canciller Delcy Rodríguez.
Ante ese cuerpo, Maduro entregó un proyecto de ley que busca castigar a quien salga a la calle a expresar intolerancia y odio con hasta 25 años de cárcel.
Aquel que salga a las calles a expresar intolerancia y odio será capturado y será juzgado y castigado con severas penas de 15, 20 y 25 años de cárcel. Así lo propongo aquí en esta ley, sentenció, y explicó que las penas serían para aquellos que expresen odio, intolerancia y violencia por razones culturales, políticas e ideológicas.
La propuesta, según Maduro, es para el reencuentro y la justicia entre los venezolanos.
Más allá de la complejidad que puede implicar para la justicia probar la intención de expresar intolerancia y odio en quienes manifiesten en las calles, el anuncio de la iniciativa casi coincide con las nuevas protestas a las que llamó para hoy parte de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
La marcha -que unirá dos columnas que partirán de distintos puntos de Caracas- será para repudiar la decisión del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de remover de sus cargos y condenar a 12 alcaldes, todos opositores, por desacato.