INSPECCION OCULAR A VIVIENDAS PARA UNA EVENTUAL PRISION DOMICILIARIA
El juez Pablo Pullen Llermanos, uno de los dos letrados a cargo de dirimir si otorga o no la prisión domiciliaria a la detenida militante Milagro Sala, tras un pedido de la CIDH, aseguró ayer que la dirigente se encuentra en condiciones más beneficiosas que el resto de las reclusas y que el Servicio Penitenciario ha tenido una gran laxitud en el tiempo de lleva detenida, lo que marca una situación de grosera violación de los derechos de igualdad respecto de los otros sometidos a prisión preventiva e incluso los condenados.
Hoy su par Gastón Mercau, llevará a cabo una inspección ocular en al menos dos inmuebles de la dirigente social para evaluar si resulta viable la aplicación de alguna de las medidas sugeridas en la resolución dictada por la CIDH que había recomendado prisión domiciliaria. Por ello se verificarán los inmuebles de calle Gordaliza del barrio Cuyaya y la mansión que posee en la zona de los diques. En este último lugar la policía en un allanamiento realizado el año anterior, detuvo a dos personas que pretendían escapar llevándose abundante documentación vinculado a las causas que se investigan.
Mercau, quien investiga a la dirigente por los delitos de asociación ilícita, fraude a la administración pública, y extorsión parece avanzar en una inminente aplicación de la prisión domiciliaria, pero el juez Pullen Llermanos tiene otro criterio. Este dijo ayer, que se encuentra estudiando la resolución, que todavía no hay ninguna decisión tomada y que también instrumentó pedidos de informes tendientes a analizar la viabilidad de una eventual prisión domiciliaria, aunque no dio detalles sobre ello.
Debemos ser conscientes de que a ella la visitan prácticamente 20 personas por día, que hace entrevistas radiales, tiene comunicación telefónica y computadora, supongo, con servicio de internet incluso, opinó el magistrado en relación a la medida instrumentada por su par del Juzgado de Control N´ 1.
Consideró además que el Servicio Penitenciario ha tenido una gran laxitud en el tiempo que lleva detenida, lo que marca una situación de grosera violación de los derechos de igualdad respecto de los otros sometidos a prisión preventiva e incluso los condenados.
Pullen Llermanos hizo referencia que una eventual prisión domiciliaria, es mucho más laxo que el que tiene el Servicio Penitenciario, porque es una vivienda que le pertenece y pueden vivir allí otras personas, que pueden ingresar y salir.
Hay una serie de cuestiones que hacen que sea más laxo. Yo no podría ordenar un allanamiento para sacar una visita que se excede el tiempo que eso implica, puso de ejemplo el juez, en tanto que marcó, por otro lado, que tendría que haber un servicio de seguridad las 24 horas para evitar que (Sala) se desplace fuera del lugar.
Puso de relieve luego, sin estimar tiempos, que cada juez tiene que hacer lo que considere pertinente en su expediente y que Sala no gozará del beneficio de prisión domiciliaria a menos que ambos jueces resuelvan de idéntico modo o con algún grado de coincidencia.
Pullen Llermanos la imputó por lesiones graves en perjuicio del desaparecido dirigente de la Corriente del Pueblo, Lucas Arias, y tentativa de homicidio, en relación a la causa conocida como balacera de Azopardo en la que se intentó liquidar a Alberto Beto Cardozo y por el que resultó herida de bala una niña de 8 años.