FALLO HISTORICO
Mendoza conoció ayer la histórica sentencia contra la pata civil de la última dictadura militar, en el denominado juicio a los jueces.
Se trató de una megacausa por delitos de lesa humanidad que tuvo como imputados a cuatro ex magistrados federales, finalmente condenados a prisión perpetua por ser cómplices del sistema represor durante los años negros del país.
Se trata de Otilio Roque Romano, Guillermo Max Petra Recabarren, Luis Francisco Miret y Rolando Evaristo Carrizo, quienes recibieron la máxima pena tras la lectura de los veredictos en el juicio al que fueron sometidos.
El denominado megajuicio, a cargo del Tribunal Oral Federal 1 de Mendoza, compuesto por Alejandro Piña, Juan Antonio González Macías y Raúl Fourcade, tuvo un total de 28 imputados por delitos de la última dictadura militar.
Esta condena no reconoce antecedentes en Argentina, se asemeja a la de los jueces del nazismo, dijo el abogado querellante Pablo Salinas, del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.
Salinas consideró que servirá como antecedente para enfrentar a los cómplices civiles de la dictadura en otras provincias.
Costó muchísimo llegar a esta instancia porque algunos eran jueces de alto cargo, como Miret y Romano, y hubo que destituirlos, recordó el querellante.Luego afirmó que se trata de un juicio muy importante porque se juzga la responsabilidad civil y es clave porque es el primero que llega a un veredicto sobre todo el aparato de la Justicia Federal, teniendo en cuenta que mañana -por hoy- empieza el juicio a los magistrados en Córdoba y está pendiente a los magistrados en San Luis, amplió.
El tribunal emitió otras ocho condenas a la pena máxima, absolvió a tres acusados y a uno le impuso una condena menor y de manera condicional. Al resto les aplicó condenas de cinco a 20 años de cárcel.
Mientras se escuchaban las sentencias, afuera en la puerta de los Tribunales Federales, unas 500 familiares y militantes de derechos humanos celebraron el fallo con una ovación ante la lectura de cada condena a perpetua.
Al terminar la lectura de la sentencia, en la sala de debate se elevaron los pañuelos blancos, símbolo de la lucha de las Madres, en homenaje a los desaparecidos.