HOMBRE ARMADO ATACÓ A UN POLICÍA EN PARÍS
Al grito de ¡esto es por Siria!, un hombre armado con un martillo agredió ayer a un policía junto a la catedral de Notre Dame de París antes de ser herido de bala por otro agente, en un atentado que volvió a aterrorizar a París cinco días antes de las elecciones legislativas de Francia.
El ataque ocurrió alrededor de las 16:30 hora local, y su autor -un estudiante argelino según los primeros indicios, aunque su identidad no fue confirmada por la policía- llegó a golpear con el martillo al policía, que fue trasladado a un hospital con heridas que no revisten gravedad, informó el ministro del Interior, Gérard Collomb.
Horas después del ataque, ya de noche, la policía allanó el domicilio del hombre y dijo que encontró un video en el que éste proclama su pertenencia al Estado Islámico (EI), informaron medios franceses.
En la grabación, según dijeron las cadenas de noticias LCI y BMF TV en su edición digital, el agresor reivindicaba sus futuras acciones.
El hombre, identificado como Farid I., es un argelino nacido en enero de 1977 que llegó a Francia en marzo de 2014 y está casado con una sueca, agregaron las cadenas.
Domiciliado en Cergy-Pontoise, en el noroeste de París, no estaba fichado por los servicios policiales y no tiene historial judicial, añadió la fuente.
El joven, que dice ser traductor, tenía un estudio alquilado en una residencia de estudiantes, hasta donde se desplazaron una quincena de miembros del BRI, la unidad de élite de la policía francesa, que según LCI no encontraron ni armas ni explosivos.
Su director de tesis sobre el tratamiento mediático de las elecciones, Arnaud Mercier, declaró a esa cadena que nada hacía presagiar lo sucedido.
Por lo que conozco de su personalidad, aunque hace tiempo que no estamos en contacto, me deja totalmente estupefacto, dijo Mercier sobre el atacante, que había trabajado como periodista en Suecia y Argelia.
Era alguien muy comprometido, que reconocía los valores de la democracia, creía mucho en el ideal periodístico. (...) No tenía barba, ni respetaba el Ramadán. Lo único que observé es que no bebía alcohol, pero hay muchos musulmanes que no beben y no son peligrosos yihadistas, añadió.
Las autoridades consideran el suceso como un acto terrorista, y la Fiscalía de París, encargada de estos asuntos, ha abierto una investigación confiada a la sección antiterrorista de la Brigada Criminal y a la Dirección General de la Seguridad Interior.
Además del martillo, el hombre se hallaba en posesión de cuchillos de cocina, lo que muestra que los ataques contra las fuerzas de seguridad se llevan a cabo con instrumentos muy corrientes, dijo el ministro.