ANALIZAN SUCESOR
Un asesor directo del presidente Michel Temer fue detenido ayer por maniobras de corrupción en obras del estadio mundialista de Brasilia, lo que agravó la situación política para que el mandatario se sustente en el poder, ya que el temblor por el escándalo de las grabaciones que lo involucran provoca que sus aliados comiencen a barajar nombres de un eventual nuevo jefe de Estado.
La carta de Temer, tal vez la única iniciativa política que le resta en medio del escándalo de corrupción, es poderosa y fue mostrada ayer en el Congreso: las reformas política y previsional, respaldadas por el mercado financiero y la coalición de centroderecha que lo sustenta.
Para mañana se espera la manifestación Ocupa Brasilia, que pretende marchar contras las reformas económicas y pedir elecciones anticipadas.
El presidente tiene dos volantes: uno jurídico, por la investigación en su contra, y otro político, para que el rumbo de su gobierno tenga sentido con las reformas, dijo el vocero de un ministro que forma parte del núcleo duro del Partido del Movimiento de la Democracia del Brasil (PMDB) que asesora a Temer en el Palacio del Planalto.
Sin embargo, las fracturas abiertas en el oficialismo quedaron expuestas, a tal punto que el jefe del bloque de senadores del propio PMDB, Renán Calheiros, le soltó la mano a Temer: le pidió al jefe del Estado una salida negociada y entender el lugar histórico que ocupa para elegir un nuevo mandatario por vía indirecta, es decir, por parte del Congreso, en una sucesión presidencial similar a lo que ocurrió en Argentina en 2001 tras la renuncia de Fernando de la Rúa.
El presidente de Diputados y número 2 del país, Rodrigo Maia, eligió respaldar a Temer pero sobre todo ponerle fichas a la jugada del mandatario, las reformas, poniendo el Congreso a funcionar en ese sentido.
No tuvo suerte: empujones, gritos de Fuera Temer y una nula reacción del oficialismo cancelaron la sesión de la reforma laboral en la Comisión de Asuntos Económicos del Senado, el paso previo para llevarla al plenario, donde el PMDB se mostró alineado más con los sindicatos que con el presidente.
El diputado Maia, en caso de renuncia de Temer, tendrá 30 días para convocar a elecciones indirectas. Por los palos, aunque con menos perspectiva, corre la oposición aglutinada detrás del Partido de los Trabajadores, que buscó sin éxito imponer en la Comisión de Justicia el tratamiento de una enmienda constitucional para anticipar elecciones.