El hogar debería ser el lugar favorito en el mundo. El sitio del que nunca querer irse y en el que uno se sienta completamente a gusto, libre y feliz. Por eso, la decoración juega un papel primordial en nuestro estado de ánimo. Más de lo que solemos creer.
Es muy habitual que, con la rutina diaria, nos olvidemos de mantener nuestro hogar como realmente queremos. Somos capaces de vivir con un sofá que se hunde, con una bicicleta estática como perchero, o con una mala iluminación. Nos acostumbramos a verlos y olvidamos que mejorarla se encuentra en nuestras manos.
¿Quién no tiene en su casa algún rincón desordenado o mal aprovechado? Al verlo día tras día, pasa a formar parte del paisaje de nuestro hogar y parece inamovible, ¡pero no es así! Cambiar esto puede mejorar nuestra calidad de vida. La mayoría de las veces solo se trata de buscar ideas, realizar una pequeña inversión y conseguir pequeños accesorios o piezas que cambien por completo el estilo de una habitación. Verlo como realmente uno quiere aportará mucho bienestar. Para ello es muy recomendable dedicar parte del tiempo a mejorar la decoración de la casa.
Según un estudio sobre actitudes de la población española ante la decoración del hogar, realizado por IKERFEL, un 79% cree que la decoración es calidad de vida y no solo estética. Un 83% que estimula la creatividad y un 76% que hace la vida más fácil. ¡Y así es!
Conseguir que el hogar sea el reflejo de la personalidad fomenta la creatividad, y hará disfrutar mucho más del tiempo que uno se encuentra en casa y aumenta las ganas de celebrar reuniones familiares o con amigos.
Apostar por muebles que nos faciliten la organización proporcionará bienestar. Si, además de tener una casa bonita, se consigue tenerla bien organizada, se obtendrá un hogar completamente armónico.
Para lograrlo, es importante elegir los muebles o accesorios de la casa pensando en lo estético y en lo práctico.