TRAS EL ATAQUE QUÍMICO
Estados Unidos y Reino Unido lideraron ayer un pedido del G7 para que Rusia deje de apoyar al Gobierno de Bashar al Assad en Siria tras el presunto ataque químico de la semana pasada que dejó decenas de muertos.
Al inicio del encuentro de dos días de los ministros de Exteriores del G7 en la localidad italiana de Lucca, el ministro británico Boris Johnson amenazó a Rusia y a Siria con nuevas sanciones.
Hablaremos de la posibilidad de nuevas sanciones, seguramente contra algunos miembros del Ejército sirio y también contra algunos del Ejército ruso, dijo Johnson sobre el encuentro con sus pares del grupo de los siete países más industrializados.
Antes de la reunión, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, visitó un memorial en homenaje a las víctimas de una masacre cometida por las fuerzas nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Estados Unidos no permitirá que los crímenes contra inocentes en cualquier parte del mundo queden impunes, señaló Tillerson en la localidad de SantAnna di Stazzema, en una clara alusión a lo ocurrido en Siria.
El viernes pasado, Estados Unidos llevó adelante un ataque aéreo contra una base siria en represalia por el presunto ataque químico, del que acusa a las fuerzas de Al Assad.
Por su parte, el ministro alemán Sigmar Gabriel pidió a Rusia que deje la esquina de apoyo a Assad y se una a las fuerzas occidentales para iniciar un proceso político común para poner fin a la guerra civil en Siria, que ya lleva seis años.
El presidente ruso, Vladimir Putin, el principal aliado de Al Assad, cuestionó duramente el ataque de Estados Unidos contra una base siria y lo consideró una agresión contra un país soberano.
Rusia fue suspendida del G8 después de que anexara la península ucraniana de Crimea, por lo que el grupo se transformó en G7.
La situación en Siria será uno de los principales temas de la conferencia de dos días del G7. Las naciones del grupo cerraron filas en torno a Tillerson, que el miércoles viajará a Moscú.
El fin de semana, Johnson canceló un viaje previsto a la capital rusa y dijo que dejaría que su colega estadounidense ofrezca un mensaje claro y coordinado a los rusos.
Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, 87 personas, entre ellas 31 niños, murieron en el ataque con armas químicas contra la localidad de Jan Sheijun, bajo control rebelde. El Gobierno sirio fue acusado de ser responsable del ataque, aunque niega toda responsabilidad.
El ministro italiano de Exteriores, Angelino Alfaro, convocó a una reunión especial sobre Siria hoy por la mañana, en la que participarán además sus colegas de Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Qatar y Jordania.
En febrero comenzaron en Ginebra conversaciones para encontrar una solución política al conflicto, en las que participaron representantes del Gobierno sirio y de la oposición, que no mantuvieron un contacto directo. La última ronda de negociaciones fue a fines de marzo y cerró sin un resultado concreto.
El tema de Corea del Norte también está en la agenda del G7, en momentos en que Estados Unidos decidió enviar a un portaaviones a la península coreana en respuesta a un test con misiles de Pyongyang la semana pasada.
La política provocadora de Corea del Norte representa una grave amenaza al orden y la seguridad, no sólo para Asia, sino para el mundo entero, incluidas Europa y Norteamérica, señaló el ministro japonés de Exteriores, Fumio Kishida, a la prensa.
Otros temas de la agenda en Lucca son el terrorismo islámico y Libia, que está sumido en una crisis política y es país de tránsito para los migrantes que llegan a Europa desde África.
Las conversaciones del G7 también ofrecen la oportunidad a la administración de Donald Trump para que explique a sus aliados algunas de sus controvertidas posturas.
Estamos esperando a ver qué piensa la nueva administración estadounidense sobre el multilateralismo, la lucha contra el cambio climático y la apertura al comercio, manifestó el ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, a medios locales.
El G7 está conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. La responsable de política exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, también fue invitada al encuentro en Lucca.
La reunión ministerial se celebrará en medio de amplias medidas de seguridad en la ciudad. La mayor parte del centro histórico en los alrededores del Palazzo Ducale, sede de las deliberaciones, está cerrada desde la noche del domingo. La policía vigila las pequeñas callejuelas y compara la identificación de los habitantes de la ciudad con las listas del censo.