Al menos 57 personas resultaron heridas o lesionadas ayer en Caracas, donde efectivos de la Policía y la Guardia Nacional de Venezuela disolvieron con gases lacrimógenos y balas de goma, por quinta vez en diez días, una marcha opositora que aspiraba a llegar hasta el centro de la ciudad para protestar contra el gobierno y reclamar la realización de elecciones.
Paralelamente, un alto oficial del Ejército que fue jefe de inteligencia con el presidente Hugo Chávez y ministro de Interior y Justicia con el actual mandatario, Nicolás Maduro, reclamó un calendario electoral para evitar más violencia en la calle.
Los uniformados recurrieron al uso de bombas de gas lacrimógeno y balas de goma para impedir que los miles de manifestantes ingresaran ayer en el municipio Libertador, donde está la zona céntrica de Caracas y los edificios que albergan a las principales oficinas estatales.
Bajo la consigna No más dictadura, los manifestantes se congregaron antes de las 10 en la plaza Brion, en Chacaíto, una zona de transferencia de transporte de pasajeros usualmente muy concurrida, en el municipio Chacao del este de la capital.
Libertador es el único de los cinco municipios que conforman Caracas que es administrado por el chavismo. Su alcalde es Jorge Rodríguez, uno de los principales dirigentes y habitual jefe de campaña del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Manifestantes son reprimidos con bombas lacrimógenas por cuerpos de seguridad, afirmó la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en su cuenta de Twitter.