La cartera agropecuaria brasileña afirmó que inició procesos para cancelar los permisos federales de operación para las plantas donde se hallaron los problemas, informó la agencia Reuters.
Las 21 plantas son blanco de una investigación que reveló que grandes procesadoras de carne sobornaron a inspectores federales de salud para permitir la producción y comercialización de productos cárnicos en estado irregular.