Sao Paulo/Río de Janeiro,(dpa) - Varias ciudades brasileñas quedaron ayer parcialmente paralizadas por multitudinarias protestas contra las reformas del sistema de pensiones y de la legislación laboral previstas por el Gobierno de Michel Temer.
La metrópoli financiera Sao Paulo fue una de las más afectadas por los paros convocados a nivel nacional.
Los trenes y autobuses del transporte público paulista dejaron de circular por la mañana y causaron caos también por el aumento de autos en las calles, reportó el diario Folha de Sao Paulo. La situación empezó a normalizarse después del mediodía.
En Salvador, en el noreste del país, unas 9.000 personas participaron en los actos convocados por distintos sindicatos sobre todo contra la reforma del sistema de pensiones público, según cifras de la Policía citadas por la Agencia Brasil.
No vamos a permitir que millones de trabajadores y trabajadoras sean perjudicadas con esa reforma, porque el pueblo no fue consultado, se mostró combativo un sindicalista.
A las protestas se sumaron muchos maestros, entre otros gremios. Según el portal Globo, las protestas se extendieron a unas 20 ciudades, entre ellas la capital, Brasilia.
En la metrópoli Río de Janeiro permanecieron cerradas varias escuelas privadas. Las autoridades estatales aseguraron sin embargo que la mayoría de centros de la red pública funcionaba con normalidad.
El Gobierno conservador de Temer impulsa una reforma para subir la edad mínima de jubilación a los 65 años y establecer un mínimo de 25 años cotizados, como una de las medidas para combatir el abultado déficit de la arcas públicas. El presidente también planea flexibilizar las leyes laborales para hacer frente al desempleo.