El ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, admitió que el acuerdo entre el Gobierno y el Correo Argentino representa un perjuicio para el Estado, pero enfatizó que la quita se hizo durante el kirchnerismo, por lo que reclamó que algún fiscal le achaque la responsabilidad al funcionario que tenía la obligación de cobrar lo establecido durante el concurso de acreedores realizado en 2003.
Hay un perjuicio al Estado y ya está hecho, pero la quita se hizo durante el gobierno kirchnerista porque la devaluación del dinero es la verdadera quita. Nosotros hemos tratado de cobrar lo que quedaba, argumentó el funcionario, quien advirtió que la responsabilidad de cobrar la deuda era del ex ministro de Planificación Federal Julio de Vido. En paralelo, la titular de la Oficina Anticorrupción (OA), Laura Alonso, anticipó que el organismo iniciará una actuación sobre el asunto al reconocer que es más que obvia su intervención cuando hay un dictamen fiscal sugiriendo que podría haber una presunta violación de la ley de Ética Pública.
Alonso explicó en diálogo con Radio Mitre que decidimos abrir una actuación y se empezarán a librar los oficios correspondientes, lo que implica tomar conocimiento del expediente, hacer el análisis que corresponda, quizás pedir más información y a funcionarios, analizar, estudiar el caso y emitir una recomendación que esté a disposición de Justicia. Por su parte, Aguad salió a dar respuestas ayer luego de que la fiscal general ante la Cámara Comercial, Gabriela Boquín, señaló a un funcionario de su ministerio -Juan Carlos Mocoroa, director de Asuntos Jurídicos- como el que aceptó la oferta que la empresa hizo en junio del año pasado. En declaraciones a radio La Red, el ministro aseguró que no hay ningún perdón de deuda, va a pagar hasta el último peso, pero de un crédito absolutamente devaluado.
Asimismo, resaltó que nunca habló con Mauricio Macri sobre el tema y que si lo hubiera hecho, el presidente lo habría echado del despacho y le habría dicho andá a defender los intereses del Estado.
Aguad dijo que en 2003, el kirchnerismo reconoció y verificó una deuda al Estado, en un concurso de acreedores, de 292 millones de pesos, pero la ley de quiebras prohíbe cargar intereses a futuro y la ley de convertibilidad, el artículo 7, prohíbe indexar esas deudas.
Al respecto, insistió en que el Gobierno fijó un pago en cuotas a 15 años con 7 por ciento de interés porque está vigente la prohibición o la negación para actualizar los créditos en un proceso de concursos. Por su parte, la fiscal Boquín emitió un nuevo dictamen en el que calificó la conducta de la empresa como contraria a la buena fe procesal y ratificó su planteo de que es abusiva la propuesta de la empresa.
&n