Mineros chilenos iniciaron huelga por tiempo indefinido

“Estamos dispuestos a resistir el  tiempo que sea necesario”, advirtieron los dirigentes sindicales del mineral, mientras el presidente de la  Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Diego Hernández, lamentó la  situación y pidió un pronto acuerdo  entre las partes para “normalizar la  operación” en el yacimiento.
Los trabajadores demandan, entre  otros puntos, un aumento salarial de  un 7 por ciento y un bono de 25 millones de pesos (unos 38.500 dólares)  para cada uno. Sin embargo, la compañía ofrece un bono por 8 millones  de pesos (unos 13.000 dólares) y un  incremento cero de las remuneraciones.
Las huelgas más grandes en la historia de la minería las ha realizado  La Escondida, cuando en 2006 sus  trabajadores paralizaron las faenas  por 26 días, según recuerdan medios  locales.
La Escondida es operada por la minera británico-australiana BHP Billiton y está ubicada en inmediaciones  de la ciudad portuaria de Antofagasta, a unos 1.500 kilómetros al norte  de Santiago de Chile.
Los manifestantes montaron un  campamento en las afueras de la mina, operada por BHP Billiton, que  cuenta con cocina, comedores, baños  y duchas.
“Esto no es bueno ni para el sindicato, ni para la empresa”, dijo Tapia  en entrevista con la agencia Bloomberg.
“Pero es nuestra única alternativa  frente a un rival que no quiere hablar.  Nuestra única fuerza es la huelga,”  añadió.
Los trabajadores se reunirán dos  veces al día en el campamento para  debatir sobre cualquier novedad en la  negociación.
Desde el martes el Sindicato, que  agrupa a poco más de 2.500 trabajadores, comenzaron a instalar el campamento con miras a la huelga que se  anunció el martes, mientras la empresa decidió detener la producción  al menos durante los primeros 15 días de la paralización.
El martes los mineros optaron por  abandonar el proceso de mediación  ante la Dirección del Trabajo, conocido como buenos oficios, luego que  la empresa se negara a aceptar la solicitud de entregar los mismos beneficios a los empleados actuales y futuros, ya que a juicio del sindicato  esto crearía empleados de primera y  segunda categoría dentro de la misma firma.
Sin embargo, de lograr alcanzar un  acuerdo en este punto, un posible  acercamiento se ve complejo dada la  alta diferencia entre las posturas económicas de ambas partes.
Inicialmente, los trabajadores solicitaron un reajuste salarial de 7%, a  lo que sumaron un bono de término  de conflicto de $25 millones y la  mantención de todos los demás beneficios, en un contrato con una duración máxima de 36 meses.
&n