El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió ayer la legalidad de su veto migratorio contra todos los refugiados y los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, suspendido temporalmente a la espera del fallo de una corte de apelaciones, e insinuó que la Justicia de su país está politizada.
Las declaraciones del mandatario llegaron horas después de que una corte de apelaciones de la ciudad de San Francisco celebrara una última audiencia antes de decidir si mantiene el bloqueo al decreto migratorio emitido por Trump el mes pasado, que fue frenado días atrás por un fallo judicial de primera instancia.
No quiero llamar a una corte sesgada, así que no la llamaré sesgada, (pero) los tribunales parecen ser muy políticos, sostuvo Trump durante un discurso ante una conferencia de jefes de policía y oficiales de las fuerzas del orden en un hotel de Washington.
Si esos jueces quisieran, en mi opinión, ayudar a la corte en términos de respeto a la corte, que hagan lo que deberían estar haciendo, advirtió Trump.
Según el mandatario republicano, incluso alguien que haya sido un mal estudiante en la secundaria puede entender la legalidad de su decreto, emitido el 27 de enero.
Es triste, creo que es un día triste. Creo que nuestra seguridad está en riesgo hoy, lamentó Trump, quien afirmó que la seguridad fue una de las razones más fuertes de su triunfo en las elecciones presidenciales del pasado noviembre frente a su rival demócrata, Hillary Clinton.
He aprendido mucho en las últimas dos semanas y el terrorismo es una amenaza mucho mayor de lo que la gente de nuestro país cree, señaló.
Más temprano, Trump tuiteó que su país nunca tendrá seguridad si la Justicia revoca su decreto.
Si Estados Unidos no gana este caso, como es obvio que debería hacerlo, nunca podremos tener la seguridad a la que tenemos derecho. ¡Política!, escribió Trump en su cuenta de Twitter.
En la audiencia, un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de San Francisco escuchó los argumentos, a favor y en contra del decreto, de los abogados del gobierno federal y los de dos estados, Washington y Minnesota, que recurrieron la medida.
Los magistrados, dos demócratas y uno republicano, aseguraron una vez finalizada la audiencia que tomarán una decisión sobre restituir o no el veto lo antes posible, sin especificar fechas.
Aunque el tribunal tiene su sede en San Francisco, en California, la audiencia se celebró vía telefónica con conexiones con Washington para dar voz a los abogados del gobierno de Trump y con la ciudad de Seattle para que presentaran sus argumentos los estados litigantes.
En el centro de la controversia está la polémica medida de Trump, que suspendió durante 120 días el programa de acogida de refugiados y frenó durante otros 90 días la emisión de visados para ciudadanos de siete países de mayoría musulmana: Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen.
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