Una adolescente de 16 años que había desaparecido en febrero del año pasado, se comunicó con su abuela desde La Quiaca, ciudad donde se radicó desde el momento en que decidió abandonar a su familia, porque no quería seguir viviendo con su madre, informó su abuela, Mafalda Gallardo.
La chica, cuya identidad se preserva por tratarse una menor de edad, se reencontró con su abuela el pasado miércoles. Estaba viviendo en pareja con su novio de siempre y tiene una beba de un mes y 15 días. Gallardo contó que su nieta se encuentra bien, pero necesita asistencia psicológica porque siente temor por su madre.
Además, como tuvo un parto complicado, por el que estuvo dos días en terapia intensiva en San Salvador de Jujuy, la abuela pretende que la vea un neurólogo. El hecho que la adolescente haya vivido durante casi un año en La Quiaca, una ciudad chica, y que haya sido internada en el hospital local y luego trasladada a la capital jujeña, habla de cierta fragilidad del sistema de búsqueda de personas.
Cuando desapareció, el 25 de febrero de 2016, se insistía en que tanto la Policía de Salta como la de Jujuy la buscaban intensamente. La chica vivía en General Güemes, pero en agosto de 2015, con problemas en la relación con su madre, su abuela la llevó a vivir con ella en Humahuaca, donde estaba cursando la secundaria.
En febrero, cuando desapareció, había quedado transitoriamente al cuidado de su madre Rita, porque la abuela había viajado a Buenos Aires, con otros nietos. Yo estaba allá (en Buenos Aires) cuando me entero de que ella se había ido. Ella se va porque ella no quiere regresar con su mamá, contó Gallardo.
La chica se contactó por primera vez el 17 de diciembre, siempre desde un teléfono con número privado: Mami (así la llaman la adolescente y sus cuatro hermanos porque convivieron con ella), necesito que me ayudes, yo quiero estar con vos, yo quiero irme con vos. Más tarde te llamo, le dijo.
Pasaron días antes de que volviera a llamarla, y luego otros días hasta que acordaron que iría a buscarla y que la chica la esperaría en la terminal de La Quiaca. Llegué como a las 11 de la noche a La Quiaca, ahí estaba ella esperándome, y ahí fue que me la traje, sintetizó Gallardo. De regreso, Gallardo se presentó ante la Justicia, a contar que había logrado recuperar a su nieta.
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