El fiscal federal Federico Delgado imputó ayer al jefe de la central de inteligencia argentina (AFI), Gustavo Arribas, bajo la sospecha de haber recibido coimas de parte de la constructora brasileña Odebrecht y recomendó diligencias para comenzar la investigación, mientras el funcionario clamó su inocencia y se puso a disposición de la Justicia.
Arribas dijo a través de un comunicado que “ahora se me acusa de tener vínculos con el escándalo Lava Jato/Odebrecht. Niego rotundamente cualquier relación con dicho caso de corrupción y reitero que no tengo ni tuve vinculación alguna con la empresa Odebrecht, con Leonardo Meirelles y/o Alberto Youssef”, dos cambistas “arrepentidos” involucrados en ese escándalo.
La decisión de Delgado se conoció ayer, poco después de que la diputada Elisa Carrió, aliada del Gobierno nacional, pasara por los tribunales federales para ratificar su denuncia penal contra el jefe de los espías y expresar su deseo de que el funcionario “sea inocente” (Inf. pág. 3).
Delgado impulsó la investigación contra Arribas -amigo del jefe del Estado- y pidió al juez federal que tome declaración, vía Skipe (una suerte de teleconferencia vía Internet) al cambista brasileño Meirelles, que habría confesado supuestas transferencias bancarias al director de la Agencia Federal de Investigaciones.
También reclamó obtener las declaraciones de ejecutivos de Odebrecht y propuso requerir al banco suizo Credit Suisse que informe de las transferencias registradas entre los días 25 y 27 de septiembre de 2013 “en la cuenta 373645-5, perteneciente a Gustavo Arribas”.
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