Tras aterrizar en Seúl el jueves pasado después de diez años al frente de la ONU, Ban visitó la tumba de los anteriores presidentes y se reunió con jóvenes, familias carenciadas y grupos de partidarios en su ciudad natal, Eumseong, en el centro del país, según informó la agencia de noticias EFE.
Si bien el diplomático evitó afirmar que será candidato a la Presidencia del país, en su primera conferencia de prensa en suelo surcoreano, el mismo jueves que llegó, dijo en que los próximos días su agenda iba a concentrarse en escuchar las opiniones de los ciudadanos y que a partir de ahí tomará una decisión
pronto.
En su gira local, Ban visitó hoy una base naval en Pyeongtaek, a 70 kilómetros al sur de la capital, donde defendió la decisión de Seúl y Washington de instalar un polémico escudo antimisiles en territorio surcoreano.
Dada la realidad de la Península de Corea, que se encuentra en una situación casi de guerra, es correcto que el gobierno tome una decisión así, dijo Ban, según reprodujo la agencia de noticias local Yonhap.
Según medios y analistas, el ex responsable de la ONU quiere mandar un mensaje de unidad a los votantes de todo el espectro político y formar una coalición por fuera de los desgastados partidos tradicionales.
Esta estrategia se debe a que Corea del Sur está sumida en una profunda crisis política, que comenzó a finales del año pasado cuando la actual presidenta del país, Park Geun-hye, quedó involucrada en un caso de corrupción.
Desde entonces, el Parlamento la destituyó y ahora se espera la decisión final del Tribunal Constitucional que tiene hasta mayo para hacer efectiva la caída del gobierno.
De aprobarse la destitución, deberían celebrarse elecciones presidenciales en un plazo de no más de 60 días. Incluso si la salida de Park resulta vetada, los comicios presidenciales deberán celebrarse el 16 de diciembre próximo, ya que expira el mandato de cinco años de la mandataria.
Las últimas encuestas en Corea del Sur sitúan a Ban como uno de los favoritos para ser nuevo jefe de Estado, sólo por detrás de Moon Jae-in, ex presidente del principal bloque opositor, el Partido Democrático, y candidato derrotado por Park en el año
2012.
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