En una entrevista a las emisoras francesas RTL y France Info y a la cadena LCP en Damasco, que fue adelantada ayer y publicada completa hoy, Al Assad explicó que ver una parte del país destruida y un baño de sangre es el precio a pagar por la liberación de la población.
En referencia a Alepo, una ciudad que quedó en ruinas tras meses de bloqueo y años de ataques y combates, Al Assad aseguró que la destrucción causada por la guerra es muy dolorosa para los sirios, y que la guerra nunca es buena -todas son malas-, pero justificó los bombardeos para hacer frente a los que llama terroristas, sus opositores.
De cara a las conversaciones para buscar una solución pacífica al conflicto que en marzo cumple seis años, a fin de mes en Kazajistán, Al Assad dijo que no hay límites para las negociaciones y dejó abierta la posibilidad de forma indirecta de su renuncia.
Pero todavía no sabemos quién va a estar del lado opuesto. La viabilidad de la conferencia depende de eso, admitió sobre la representación de la oposición.
¿Estará la verdadera oposición? Cuando digo la verdadera quiero decir la oposición local, no la oposición saudita, no la francesa o la británica, cuestionó el líder sirio.
También se refirió a su posible salida del gobierno.
Mi estatuto está vinculado a la Constitución -subrayó- y no es propiedad del gobierno ni del presidente ni de la oposición. Pertenece al pueblo sirio. De forma que si quieren cambiar la Constitución, hace falta un referéndum, desafió el mandatario. La entrevista fue concedida a varios medios franceses tras una controvertida visita a Damasco de tres diputados franceses de la oposición.
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