La devolución de IVA fue una medida adoptada en 2001 que tenía como objetivo incentivar la bancarización y era prorrogado todos los años por resolución del área económica a cargo.
La suspensión de este beneficio se produce días después que el Banco Central (BCRA) decidiera incentivar los procesos de utilización de dinero electrónico y la bancarización y desalentar el uso de efectivo.
Al inaugurar las Jornadas Bancarias en septiembre pasado, el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger sostuvo que los tres objetivos de la entidad son “reducir la inflación, desarrollar el financiamiento e incorporar al sistema financiero tecnología e innovación para eliminar el efectivo”.
Sin embargo para 2017 la administración de Mauricio Macri decidió suprimir este beneficio que tuvo un costo fiscal de 6 mil millones de pesos en 2016.
Alberto Abad, titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), sostuvo que “lo que se está planteando es que es preferible que esa devolución se aplique en otros sectores, como por ejemplo sostener la rebaja de 15 puntos de IVA para jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH)”.
El funcionario se quejó de que “este es un beneficio que no está bien dufundido” y señaló que “será unos de los objetivos” de la administración durante este año.
No obstante, la contradicción gubernamental es que ambos tributos convivían en la Ley de Presupuesto Nacional para este año aprobada por el Congreso Nacional.
Cuando fue sancionada la norma incluía además la devolución de 3 puntos de IVA para la compras con tarjeta de crédito, que fue eliminada en 2007.
Abad afirmó que “la devolución estaba asociada a una etapa de baja bancarización y la verdad que ahora no movía el amperímetro”.
Respecto del impuesto al tabaco, el Gobierno decidió no mantener la rebaja del Impuesto Adicional de Emergencia sobre el precio final de venta de cigarrillos del 21% al 7%, que regía desde febrero de 2001 y que venció el 31 de diciembre.
La medida provoca una suba del precio de los atados de cigarrillos, un fuerte desaliento al consumo y una caída en la actividad que afecta a las provincias productoras de tabaco en el norte del país.
&n
