La primera audiencia del debate del juicio oral dio comienzo pasadas las 08:30 en la Sala del Tribunal Electoral Federal atento a que el recinto del TOF era reducido para albergar mayormente a representantes de medios de comunicación de la provincia y de medios nacionales. La dirigente acudió custodiada por personal del Servicio Penitenciario Federal desde la Unidad Penal de Mujeres de Alto Comedero hacia la sede judicial, al igual que los otros imputados Graciela López y Roberto Salvatierra.
Antes del debate, el abogado de Roberto Salvatierra solicitó una postergación de 48 horas habida cuenta que recién 24 horas antes se había hecho cargo del expediente, postura que había sido compartido por uno de los abogados de Sala y de López. Sin embargo el Tribunal rechazó tal pretensión en lo que pareció una maniobra dilatoria. Conviene mencionar que las audiencias proseguirán el 19, 20 y 21 de este mes, aunque se cree que podrían agregarse otras fechas debido a la cantidad de testigos ofrecidos por la querella, defensa y la Fiscalía.
Sala, López y Salvatierra están imputados por presuntas Amenazas coactivas y daño agravado, con diferencias en cuanto al grado de participación que le cupo a cada uno de ellos en los hechos imputados. Sala aparece como instigadora. Esta, en su larga exposición, donde mezcló consideraciones políticas y optó por victimizarse como objeto de persecución judicial impulsada por el hoy gobernador, sostuvo que la acusan de algo con lo que no tenía nada que ver, agregando que me enteré de la protesta por los medios. Es mentira que organicé la protesta contra Gerardo Morales, si no hubiera dado la cara, afirmó quien hoy está detenida por varias causas en la justicia provincial, imputada por asociación ilícita, fraude a la administración pública, amenazas, y tentativa de homicidio, entre otros cargos.
Según expresó, conocido los sucesos, acudió a los distintos medios de la provincia para decir que no tenía nada que ver. Más adelante expresó que no le tiene rencor a Morales, pero sí se encargó seguidamente de acusarlo de integrar una asociación ilícita con el dueño de la empresa Ledesma. Más adelante consideró que dentro de la organización, no digo que sean todos blancas palomitas, teníamos 20 mil compañeros y no podía controlar a los 20 mil.
Además, declararon Salvatierra y López, quienes despegaron a Sala del escrache y que fue pergeñado por ellos mismos; mientras que declararon como testigos, el ex diputado nacional Miguel Giubergia, el mencionado Despouy, Carlos Toconás, María Gabriela Sorbello, Rubén Orlando Avellano y Cristina Noemí Choque, entre otros.
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