Bombardeos e intensos combates volvieron a sacudir ayer a Alepo, provocando el colapso de un acuerdo de alto el fuego y poniendo en jaque planes para evacuar a los últimos rebeldes que quedan en la norteña ciudad siria y poner a salvo a decenas de miles de civiles tras casi cinco años de enfrentamientos.
La salida de los rebeldes de la pequeña zona del este de Alepo que aún controlan debía empezar ayer, pero los ataques con artillería se reiniciaron por la mañana y los colectivos enviados por el gobierno para las evacuaciones, que estaban esperando a las afueras del enclave rebelde, se retiraron vacíos.
El gobierno ruso, que el martes había anunciado el acuerdo y proclamado la victoria del Ejército sirio en Alepo, dijo que los rebeldes aprovecharon la tregua que regía desde la víspera para reagruparse e intentar romper el cerco militar en dirección noreste, por lo que el Ejército y sus milicias aliadas reanudaron sus ataques.
Los rebeldes, que acusaron a Siria e Irán de torpedear el acuerdo, respondieron lanzando decenas de cohetes contra la parte oeste de la ciudad, controlada por el gobierno, que provocaron seis muertos y 30 heridos, informó la ONG pro opositora Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La organización Médicos Sin Fronteras confirmó en un comunicado fuertes bombardeos sobre los barrios sitiados y alertó que las condiciones de vida son extremas, las reservas se están agotando y la situación en la ciudad es crítica.
La gente está durmiendo en las calles, autos y mezquitas, sin comida ni agua. Hace frío y no hay calefactores ni electricidad. Las personas están perdiendo las esperanzas. En general, están aterrorizadas y se están despidiendo de sus seres queridos, agregó la organización médica.
Mientras tanto, en el plano diplomático, en un intento por relanzar las negociaciones y evitar que la guerra reanude completamente en Alepo, Rusia, Turquía e Irán convocaron hoy a una reunión de emergencia en Moscú el próximo 27 de diciembre para discutir el conflicto sirio.
Estamos intentado asegurar un cese de fuego a lo largo de todo el país y el inicio de negociaciones para comenzar a ejecutar una solución política, anunció el canciller turco, Mevlut Cavusoglu a la cadena de noticias TGRT Haber.
Pese a esta convocatoria, la tensión se mantenía firme ayer.
El presidente sirio, Bashar Al Assad, cuyo gobierno nunca confirmó el acuerdo de alto el fuego y evacuación de Alepo anunciado por Moscú, dijo en una entrevista difundida en Rusia que países de Occidente exigen una tregua en Alepo para salvar a los rebeldes.
En declaraciones al canal de TV Russia Today, Al Assad dijo que el alto el fuego busca detener el avance de su gobierno sobre Alepo y sostener a los terroristas y salvarlos, y agregó que la reciente captura de la ciudad de Palmira por el Estado Islámico (EI) fue facilitada por Estados Unidos como una acción distractiva.
El presidente sirio también adelantó que una vez que sea liberado Alepo, su gobierno continuará peleando en otra localidad o región. No habrá un alto el fuego, prometió Al Assad.
Además, en Moscú, el canciller ruso, Serguei Lavrov, expresó su confianza en que los rebeldes que quedan en el este de Alepo cesarán sus resistencia en los próximos dos o tres días y esto permitirá resolver la situación y comenzar la reconstrucción de la ciudad, la segunda mayor de Siria, informó la agencia de noticias EFE.
Activistas y combatientes rebeldes atrapados en la última porción de territorio de la oposición en Alepo dijeron que el Ejército o sus aliados, entre ellos Irán, fueron las primeros en romper la tregua con el disparo de decenas de cohetes contra barrios del este de la ciudad, a media mañana.
Las fuentes agregaron que aviones de guerra reanudaron sus ataques después del mediodía, pero se desconocía si se trataba de naves rusas o sirias.
Irán, junto a Rusia, apoya al gobierno de Al Assad, y ha enviado a asesores militares y a tropas de su Guardia Revolucionaria a pelear a Siria. Turquía, en cambio, respalda a grupos rebeldes que desde 2011 quieren derrocar a Al Assad.
En Ankara, horas después de la reanudación de la violencia en Alepo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, urgió a todas las partes a respetar el acuerdo de cese de hostilidades, al que calificó de quizás la última oportunidad para los inocentes del este de la ciudad.
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