Las fuerzas políticas italianas llegaron ayer a un acuerdo que despeja el camino al presidente Sergio Mattarella para que pueda iniciar cuanto antes consultas que desemboquen en la designación de un nuevo gobierno que saque al país de su crisis política, tras el sísmico triunfo del No en el referéndum de reforma constitucional.
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, renunció el lunes a su cargo tras una derrota por casi 20 puntos en el referéndum que el domingo pasado sometió a votación su reforma constitucional, pero Mattarella le pidió que se mantuviera en el Palazzo Chigi hasta la aprobación del presupuesto, prevista para hoy.
Así, tras el trabajo en comisión, las fuerzas principales políticas de Italia acordaron comenzar a debatir la ley del presupuesto mañana después del mediodía con la mira de aprobarlo a última hora o a más tardar el viernes, luego del feriado del jueves por la fiesta de la Inmaculada Concepción.
El acuerdo político permitirá, a través de la introducción de la moción de confianza, que el presupuesto de más de 100 artículos, incluidos los 18 claves sobre las partidas ministeriales, se trate sin considerar las modificaciones propuestas por los senadores, para poder liberar a Renzi, de 41 años y en su cargo desde febrero de 2014, y que el aún premier pueda formalizar la dimisión.
Una vez que se concrete la renuncia, está previsto que entre jueves y viernes Mattarella inicie la ronda de consultas para encargar un nuevo gobierno, que todo el arco político coincide en que será de transición hasta que se celebren nuevas elecciones.
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