El anuncio oficial del pago de un bono extraordinario para jubilados y beneficiarios de planes sociales, y de las quitas parciales de Ganancias del medio aguinaldo reavivó ayer tensiones entre los sectores sindicales que apoyan las medidas y dieron por “suspendido” el paro, y quienes las consideraron insuficientes e insistieron en llevar a cabo medidas de fuerza, entre ellos algunos sectores internos de la CGT y las dos CTA.
Buena parte de los cruces se dieron en la mañana de ayer, luego de que el gobierno nacional, a través del Boletín Oficial, formalizó la convocatoria a una mesa de “Diálogo para la Producción y el Trabajo” a trabajadores y empresarios, cuya primera cita será el miércoles próximo, según lo acordado en la reunión del miércoles entre el gobierno y la CGT, en la que se lograron algunos entendimientos, mientras que otras demandas quedaron pendientes de negociación.
Desde la CTA fustigaron los términos de las negociaciones y desde la CGT algunas voces buscaron aclarar que lo acordado el miércoles fue apenas un primer paso que, si bien dejó en suspenso la convocatoria a un paro general -mandato que fue dado a la conducción de la CGT por el Comité Central Confederal-, está atado a la continuidad del diálogo para avanzar en la definición de un bono de fin de año para trabajadores del sector público y del sector privado.
En ese sentido, Héctor Daer, uno de los integrantes del triunvirato que conduce a la central obrera unificada, dijo que la posibilidad de convocar un paro “por supuesto” quedó desactivada por el momento y consideró que esa suspensión no dará “lugar para una ruptura” entre los trabajadores.
Daer destacó como “un paso, un avance” lo logrado el miércoles en la reunión con los representantes del gobierno nacional para “recomponer la caída en los sectores más vulnerables” pero reconoció que “hay cuestiones pendientes”.
Quien fue más explícito fue a la hora de evaluar la posibilidad o no de una futura medida de fuerza de alcance general y nacional fue el titular de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Andrés Rodríguez, quien afirmó que el paro “está suspendido, pero no descartado”.
En tanto, desde el sector industrial, el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, insistió ayer en que el pago de un bono extraordinario de fin de año general para todo el sector privado “es inviable”.
“Pensar que los sectores productivos puedan pagar el bono es inviable”, aseveró Funes de Rioja en declaraciones radiales.
El también presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) señaló que “los salarios industriales son mucho más altos que los de otros sectores”, aunque reconoció que, hasta el momento, no hubo un planteo formal de parte de los gremios del pago de un bono sino que “todo es virtual”.
Finalmente, la CTA consideró que los acuerdos entre la CGT y el Gobierno son “una respuesta miserable para los trabajadores” y cuestionó a esa central obrera por aceptar “migajas” para los trabajadores.
“El Gobierno le impuso a esta CGT lo que el Gobierno quería discutir y con quién quería discutir. ¿Por qué no convocó a las dos CTA?”, se preguntó además Hugo Yasky.
En tanto, el titular de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, sostuvo que, como desde el gobierno nacional “discriminan” a las CTA y no las convocan al diálogo, entonces están incitándolos “a hacer paro”.
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