Uno de los tres titulares de la CGT, Juan Carlos Schmid, le envió un contundente mensaje a la administración de Mauricio Macri al asegurar que espera de los funcionarios una respuesta razonable de parte del gobierno sobre las demandas sindicales, al advertir que si van a ofrecer migajas es preferible que las autoridades nacionales decidan unilateralmente cuáles son las mejoras.
El pasado jueves, la cúpula de la CGT reclamó a parte del Gabinete nacional el pago de una compensación salarial a fin de año para trabajadores públicos y privados, jubilados y beneficiarios de planes sociales, así como la eximición para el medio aguinaldo del pago del Impuesto a las Ganancias
Ayer, el consejo directivo de la CGT, encabezado por los triunviros Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña, sesionó durante dos horas y media en la histórica sede gremial de Azopardo 802.
Al cierre de las deliberaciones, el titular del gremio de los porteros (Suterh) e integrante del consejo directivo de la CGT, Víctor Santa María, en sintonía con Schmid, aseguró que la central obrera decidirá si habrá o no paro nacional el próximo jueves, luego de un nuevo encuentro de su conducción; afirmó que ello dependerá de las respuestas del gobierno y rechazó que el bono de fin de año pueda ser de 750 pesos, como señalaron algunos funcionarios.
En una improvisada rueda de prensa en plena vía pública -no hubo conferencia de prensa posterior al encuentro- Santa María fue el único dirigente -junto con Acuña, ya subido en su automóvil- en explicar el tenor y las características del encuentro sindical.
El jefe de los encargados de edificios y secretario de Estadística, Registro y Defensa del Consumidor de la central obrera rechazó la posibilidad de un bono de fin de año de 750 pesos porque sería más que una burla y aseguró que el jueves 13 la conducción cegetista determinará si habrá o no paro general.
En el encuentro, los dirigentes evaluaron las reuniones mantenidas durante varias semanas con funcionarios, movimientos sociales y eclesiásticos y señalaron su !preocupación por la situación general de los trabajadores y los desempleados.
El gobierno solicitó diez días para adoptar una decisión y hacerse cargo de la agenda de la CGT. Si no ofrece respuestas el miércoles próximo -cuando expire ese plazo- al día siguiente la conducción obrera determinará si habrá una medida de fuerza. Pero no se trata de parar por parar. La central debe tener un plan de lucha integral y una agenda de trabajo, puntualizó Santa María.