Manila,-El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, volvió a quedar en medio de una nueva polémica al comprarse con Adolf Hitler y afirmar que le gustaría matar tres millones de drogadictos, en el marco de la guerra total contra las drogas declarada por el mandatario en junio y que ya le costó la vida a más de 2.500 personas.
Hitler masacró a tres millones de judíos. Ahora hay aquí tres millones de adictos. Me gustaría masacrarlos a todos, dijo Duterte según la información difundida por la propia Presidencia filipina.
Si Alemania tenía a Hitler, Filipinas tendrá mis víctimas, que querría que fueran todos los criminales para acabar con el problema de este país y salvar a la próxima generación de la perdición, afirmó el mandatario, quien desde su asunción en junio pasado, cosecha severas críticas de organismos internacionales y de defensa de los Derechos Humanos a raíz de la política oficial antidrogas.
A poco de asumir, el presidente filipino le declaró la guerra total a las drogas, incluso poniendo como objetivo de la misma, eliminar a los consumidores de drogas.
Según cifras oficiales citadas por la agencia de noticias EFE, esta política ha dejado más de 3.500 muertos desde el pasado 30 de junio, cuando el mandatario tomó posesión del cargo.
En una nueva diatriba, cuestionó a Estados Unidos y la Unión Europea a quienes les adjudicó una posición hipócrita entre las críticas a la violación de Derechos Humanos en Filipinas y la respuesta a la crisis de los refugiados sirios.